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Barcelona ultima un plan de inspección para los comercios con degustación

Patricia Castán

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Ningún comercio con licencia de degustación puede destinar más de 20 metros cuadrados a esta actividad gastronómica, ni despachar alcohol en su barra o productos no vinculados a su especialidad. Sin embargo, el presunto incumplimiento de la ordenanza que rige esta actividad en Barcelona está tan extendido que el ayuntamiento prepara una campaña de inspecciones para el conjunto del sector en la ciudad. Lo hace espoleado por el Gremi de Restauració, que ya ha presentado dos denuncias documentando 70 casos de irregularidades en el ámbito de las panaderías con degustación, como avanzó EL PERIÓDICO el pasado 24 de noviembre.  

El consistorio recibió en esa fecha una primera denuncia con el detalle de 50 establecimientos investigados por la patronal de los restauradores, quienes acusan a algunas panaderías con degustación de hacerles competencia desleal. De hecho, cualquier panadería, charcutería o pastelería, entre otros, puede desarrollar la actividad complementaria de degustación siempre que pida esta licencia y cumpla con una serie de requisitos como los mencionados. Pero en la práctica, muchos se exceden del aforo autorizado y despachan productos que no pueden servir en sus mesas.

En el caso de las panaderías con incumplimientos, como ponía de manifiesto el Gremi de Restauració en su queja, estos suelen incluir el servicio de ensaladas, croquetas y demás no derivados del pan, la venta de bebidas alcohólicas, el exceso de mesas y sillas, o la incorrecta aplicación del IVA, que es distinta para el pan que para las bebidas, por ejemplo. Estas actividades no permitidas están sobre todo ligadas a la irrupción de grandes cadenas de franquicias de panaderías-cafeterías, donde se despacha pan no artesanal ni de obrador. Los establecimientos investigados formaban parte de una lista de hornos con degustación que el ayuntamiento facilitó a dicho gremio, tras una solicitud de acceso a información pública. Cabe recordar, que en los últimos seis años se han otorgado 352 licencias de este tipo, en especial en el Eixample.

El ayuntamiento trasladó las "presuntas irregularidades a los distritos" correspondientes para que sus servicios de inspección, "los órganos competentes, procediesen a realizarlas". Según fuentes municipales, llevan varias semanas con esta tarea y en los casos en que se han detectado anomalías se ha procedido a "abrir expediente de oficio", que seguirá los consiguientes trámites y puede "derivar en sanciones". Lo mismo se llevará a cabo con la lista de la nueva denuncia que se acaba de presentar contra otros 20 hornos.

Servicios centrales

No obstante, y viendo el potencial volumen de irregularidades, "los servicios centrales de inspección están trabajando en el diseño y protocolo de una campaña de inspecciones para el conjunto del sector de degustación", relatan a este diario desde el área municipal de Comercio. Esta medida se basará en las bases de datos generales de licencias concedidas, y se tendrán en cuenta las denuncias recibidas "por parte de diferentes agentes". De hecho, el Gremi de Flequers de Barcelona, por su parte, se queja de que algunos de estos presuntos hornos en ocasiones no tienen ni la licencia para despachar pan y practican el intrusismo. Esta lacra ha ocasionado el cierre de muchas panaderías artesanales de barrio en los últimos años.

El ayuntamiento agrega que la campaña se trabajará en las próximas semanas con el objetivo de ponerla "en marcha" durante los primeros meses del 2020.

El presidente de los restauradores, Pere Chias, enfatiza en sus denuncias los incumplimientos "de forma descarada" y "a la vista de cualquier observador". El sector lamenta especialmente que estos negocios en algunos casos utilicen la fórmula de "menú" (que prohibe la ordenanza de comercio alimentario). Reclaman que la actividad de degustación acate su normativa, en especial porque dicha licencia "tiene muchos menos requisitos técnicos y administrativos que la de bares y restaurantes (locales de pública concurrencia)" y sus presuntos excesos les obligan a competir en "desigualdad de condiciones". Los restauradores aluden a que sus convenios laborales e impuestos son más altos.

El fenómeno de la degustación, que suma años de actividad, es una tendencia que va paralela a los hábitos de consumo. Irrumpió en muchas panaderías como vía de supervivencia tras la entrada en escena de las cadenas de franquicias de pan a bajo coste. Y se ha extendido a jamonerías, y hasta carnicerías y pescaderías en los mercados municipales renovados de la capital catalana. Una de las razones de su éxito es que para las consumidoras femeninas y las familias suelen ser más atractivas que los bares convencionales. Tal vez equiparables a la figura de las antiguas granjas.

Nueva incursión y resultados

 <span style="font-family: PTSerif-Regular; font-size: 16px; line-height: 26px; background-color: rgb(244, 245, 246);">Los 20 establecimientos con degustación visitados esta vez por los restauradores se reparten en siete distritos. En más de la mitad de los casos se sirven ensaladas, pastas, arroces o croquetas, incluso se anuncian paellas. En todos se incumple la limitación de espacio destinado a esta actividad, incluso llegándose a cuatriplicar. En todos los casos se sirve alcohol, normalmente cerveza o vino, pero incluso alguna bebida de alta graduación. Una quinta parte ofertan explícitamente menús.  Dos conocidas cadenas son especialmente incumplidoras. Las facturas recogidas en cada visitan constatan la mala aplicación del IVA, que depende de los productos debería ser del 4%, el 10% o el 21%.</span>