La CUP califica de "racista" el dispositivo contra los manteros

El miembro de la CUP Capgirem Barcelona Jordi Magrinyà ha exigido este martes la detención inmediata del "dispositivo racista" contra los vendedores ambulantes, en alusión al dispositivo contra el 'top manta' iniciado por el nuevo teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle.

Magirnyà ha pedido a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que no se ponga de lado "ante la actuación racista" de Batlle, y ha opinado que Barcelona no puede pregonarse como una ciudad refugio mientras expulsa a los manteros del espacio público.

El 'cupaire' ha reclamado la creación de un espacio habilitado para la venta ambulante en Barcelona --según él, siguiendo los primeros esbozos realizados en el Ayuntamiento de Valencia para integrar este tipo de ventas en los mercados municipales-- y ha solicitado el establecimiento de una mesa con profesionales del tercer sector para el "despliegue de un plan de fomento del tipo de producto" que se podría vender.

En lo que se refiere a la Guardia Urbana, Magrinyà ha demandado un protocolo interno para prevenir las batidas o paradas "por perfil étnico".

Inspectores laborales

En el ámbito social, ha exigido la creación de un cuerpo de inspecciones laborales municipal --para combatir la precariedad laboral--, además de un "carné de ciudad" para todos los vecinos, la revisión de los planes urbanísticos de los barrios céntricos y la creación de una mesa con personas migrantes en lucha para desobedecer la Ley de Extranjería. 

La diputada 'cupaire' en el Parlament Natàlia Sànchez, ha criticado la actuación del Ayuntamiento de Barcelona y ha asegurado que las políticas de Batlle son "un peligro público contra los derechos fundamentales". A su juicio, existe una "criminalización hacia el colectivo" de los manteros en otras localidades como Sitges, las playas de El Vendrell y Blanes.

La diputada se ha referido a los medios de comunicación de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) como uno de los causantes de este hecho, tras la difusión del informe de la Pimec --en el que se sitúa a los manteros como causantes de daños al pequeño comercio--, y ha asegurado que "la venda ambulante no es el problema del pequeño comercio".