ESTUDIO PIONERO

El Fòrum de los hedores: los vecinos chequean la zona con una 'app'

Una iniciativa de ciencia ciudadana inicia un proyecto piloto en Barcelona para analizar el impacto odorífero de las plantas de tratamiento de residuos y otras instalaciones industriales

Dos personas usan la 'app' de D-NOSES en la zona del Fòrum, esta semana.

Dos personas usan la 'app' de D-NOSES en la zona del Fòrum, esta semana. / ÁLVARO MONGE

Luis Benavides

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La contaminación por olores existe. Como la mala calidad del aire, esta problemática es invisible a los ojos pero empeora la calidad de vida de las personas que la sufren a diario. Por la concentración de grandes plantas de tratamiento de residuos en el barrio, los vecinos más próximos del Fòrum de Barcelona lo saben bien porque están muy expuestos a la contaminación odorífera. "Nos hemos propuesto empoderar a la gente, poner el problema sobre el mapa y demostrar que pasa algo", explica Rosa Arias, coordinadora de D-Noses, un proyecto de ciencia ciudadana basado en una ‘app’ móvil.

"Por la noche es cuando detecto algunos malos olores, sobre todo cuando salgo a la terraza", explica teléfono en mano Rosa Franquet, una de las vecinas que se ha interesado por este proyecto y colabora como voluntaria recorriendo la zona y reportando olores en la aplicación. "Es importante que tengan datos sobre la problemática o nunca harán nada. Algunos problemas solo se resuelven desde la presión ciudadana", asegura esta profesora de universidad vecina de Diagonal Mar, quien también denuncia los problemas de ruido y la mala calidad de aire que sufren a diario las personas que viven más próximas a la ronda Litoral.

Los impulsores de D-Noses recuerdan que convivir con hedores a diario perjudica la salud. Existen evidencias científicas, aseguran, que relacionan la exposición continuada a malos olores con alteraciones de salud como el insomnio, ansiedad, dolores de cabeza e incluso pueden agravar problemas respiratorios. Es precisamente por este motivo que Arias y su equipo se han propuesto crear un mapa de los hedores en este punto de Barcelona. 

La plataforma Movimiento Diagonal Mar se ha interesado por el proyecto. Los malos olores son, junto a la inseguridad y el abandono de algunos parques, uno de los principales males endémicos del barrio, comenta uno de sus miembros, Albert Porta, que también forma parte del equipo de ‘cazahedores’. Varios miembros de la Associació de Veïns i Veïnes Barri Maresme, una entidad vecinal que recientemente impulsó una campaña de vídeos para luchar contra la suciedad en el barrio del Besòs i el Maresme, también colaboran en esta iniciativa. "El día que salimos de ruta con la 'app' detecté un olor similar al de la goma quemada y pienso apuntar todos los que me vaya encontrando a partir de ahora", explica Ramón Pur, miembro de la entidad vecinal. "No te acostumbras nunca a vivir con malos olores, porque van cambiando. No son siempre iguales", añade el responsable de medioambiente de la asociación, quien asegura que llevan unos tres años denunciando esta problemática -y organizando manifestaciones- sin una respuesta clara por parte del consistorio.

Narices entrenadas

Hasta la fecha se han interesado una docena de personas, que el miércoles asistieron a una formación en el Museu Blau -que incluía una peculiar cata de todo tipo de olores putrefactos- y un breve recorrido por el Fòrum con la 'app' preparada para reportar cualquier brisa maloliente. No tuvieron demasiada suerte en su primer incursión. "Las condiciones meteorológicas y de dispersión afectan", explicó Arias a los voluntarios, que previamente habían aprendido a diferenciar el olor a residuo fresco, residuo descompuesto, biogás y lixiviado, entre otros. Por el momento, ya hay medio centenar de contribuciones sobre el terreno y subiendo. Todo el vecindario está invitado a participar. Cuántas más aportaciones reciban, aseguran los responsables de D-Noses, más significativos podrán ser los datos recogidos por la aplicación. 

Una vez registrados en la aplicación gratuita 'OdourCollect' mediante un correo electrónico y permitido el acceso a la localización para que las observaciones se puedan añadir en el mapa, los participantes solo tienen que añadir un nuevo olor y responder unas pocas preguntas: cuán agradable o desagradable es el olor, escoger el tipo y subtipo de olor percibido, puntuar del 1 (muy baja) al 6 (extremadamente fuerte) la intensidad y añadir la duración del olor. "La nariz humana es el mejor sensor para  medir un olor", subraya la coordinadora de D-NOSESquien subraya la alta capacidad olfativa de los seres humanos. "Mientras tenemos cinco gustos –continúa-, podemos distinguir billones de olores y las combinaciones de olores son prácticamente infinitas".

Aceptar que existe un problema

D-Noses ha arrancado en mayo con un piloto en la ciudad de Barcelona. Y continuará en otras ciudades de Portugal, Grecia, Chile y Bulgaria. "A nadie le gusta que su ciudad acoja un piloto pionero como éste porque de alguna manera están reconociendo que existe contaminación por olores, pero deben ver esto como una oportunidad. La ‘app’ de D-Noses permite conocer por primera vez en tiempo real este problema, y esto es el primer paso para poner soluciones", sostiene Arias, quien lleva desde el 2004 trabajando en temas científicos relacionados con los olores pero en el laboratorio.

Tres de los principales focos emisores de hedor de la ciudad están situados en la zona del Fòrum: la depuradora de aguas residuales urbanas del Besòs, la planta de tratamiento de fangos Metrofang, y la planta de gestión de residuos y biometización llamada Ecoparc del Mediterráneo –que recibe unas 260.000 toneladas al año de residuos sólidos urbanos. Titulares de algunas instalaciones como Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) colaboran en el caso piloto de la zona del Fòrum y se ha comprometido a facilitar la información y el acceso a las plantas si fuera necesario. "En otras zonas de Barcelona pueden sufrir malos olores producidos por la recogida neumática y el alcantarillado, sobre todo antes de que llueva, por la llamada inversión térmica", puntualiza Arias.

Estudio previo

El objetivo fundacional de la plataforma vecinal Aire Net es luchar contra la contaminación y, sobre todo, las malas prácticas de industrias ubicadas en la zona del Fòrum de Barcelona y Sant Adrià del Besós. Esta plataforma, en la que están integradas 12 asociaciones de vecinos,  participó en un estudio sobre el impacto odorífero en el Fòrum realizado por la consultora Socioenginyeria a finales del 2016 a petición del Ayuntamiento de Barcelona. Se confirmó la presencia de compuestos químicos provenientes en un 85% de dos plantas situadas en la zona Fòrum y el depósito de Taulat. "Conseguimos que los camiones que transportan fangos vayan cubiertos con una lona y que salgan oliendo bien de la planta tras recibir un tratamiento químico a modo de desodorante", explica un miembro de la plataforma, Enric Navarro, quien espera que D-Noses pueda aportar más información sobre una problemática que trae de cabeza a los vecinos. "Seguimos sufriendo los malos olores porque todavía no se han tomado medidas realmente efectivas. Nos dicen que las alertas por hedor han disminuido pero eso es engañoso. El problema es que muchos vecinos se han acostumbrado a convivir con estos malos olores", explica Silvina Frucella, también miembro de Aire Net.