MOVILIDAD METROPOLITANA

El taxi será un 2,6% más caro en el 2019 en el área de Barcelona

Los sindicatos reclaman sin éxito eliminar los suplementos, que se mantienen y no se incrementarán

Taxis esperan en Plaza Catalunya

Taxis esperan en Plaza Catalunya / JOAN PUIG

El Periódico

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El sector del taxi siempre establece sus nuevas tarifas a finales de noviembre. De hecho, al tratarse de un servicio público gestionado por privados, los precios los fija la Administración, en este caso, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Según ha decidido el pleno de esta entidad, el precio subirá un 2,6%, aunque todavía falta la aprobación definitiva de la Comissió de Preus de Catalunya, que no suele poner impedimentos. Si todo sigue su curso, los taxímetros se actualizarán antes de Navidad. 

Lo que no está previsto que se toquen son los complementos, que mantendrán los mismos precios que en el 2018. Hablamos de cosas como el precio por entrada y salida del aeropuerto, Sants, estación marítima del Muelle adosado o Fira Gran Via, la maleta o el sobrecoste de las noches especiales como Nochevieja o la verbena. El año pasado, la tarifa subió el mismo porcentaje, mientras que en el 2017 hubo una congelación de precios, hecho que se producido dos veces en la última década. El Instituto Metropolitano del Taxi (IMT) suele aplicar un incremento cercano al IPC.

De la mano

Por parte del gremio, la batalla sigue centrada en los citados suplementos. Parece haber cierta coincidencia entre los sindicatos, cosa poco habitual, en que estos extras deberían desaparecer para repercutirlo todo en la tarifa pura y dura. El Sindicato del Taxi de Catalunya realizó una encuesta entre sus afiliados y una amplia mayoría (sobre el 70%) se posicionó a favor de la eliminación de dichos suplementos. En el mismo sentido se ha expresado Elite, la asociación mayoritaria del gremio. 

Donde seguro que habrá coincidencia es en la lucha contra las licencias de alquiler de vehículos con conductor, las denominadas VTC, que siguen aumentando en Barcelona de la mano, sobre todo, de Uber y Cabify. Una vez aprobado el decreto ley del Gobierno de Pedro Sánchez, los taxistas intentan negociar de qué manera se empieza a limitar la presencia cada vez más masiva de estos vehículos por las calles de Barcelona. La ley marca una proporción de un taxi por cada 30 VTC, pero en pocos meses, la distribución será de un taxista por cada tres autos de alquiler con chófer. 

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