ICONO DEL BARRIO

El popular 'ninot' de El Tío Che del Poblenou regresará a su ubicación habitual

La horchatería El tío che, con el popular muñeco de espaldas

La horchatería El tío che, con el popular muñeco de espaldas / RICARD CUGAT

El Periódico

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El Ayuntamiento de Barcelona restituirá a su lugar original la popular figura de la Horchatería El Tío Che, retirada el fin de semana por orden del propio consistorio, han indicado fuentes municipales, qur reconocen que una inspección señaló hace unos días que la estatua, fabricada por un 'ninotaire' valenciano y colocada junto al establecimiento desde hace 20 años, constituía un "elemento no autorizado en la terraza" del local. Por ello, los responsables del distrito de Sant Martí iniciaron un expediente sancionador contra la horchatería. 

La retirada había despertado una fuerte indignación vecinal en el barrio del Poblenou de Barcelona, donde incluso se había iniciado una campaña en la plataforma Change.org

El ayuntamiento, que finalmente ha dado órdenes de paralizar el expediente sancionador, había amenazado con multar a los propietarios con 105 euros por la estatua. Este lunes, el consistorio ha rectificado y ha enviado una nota a este diario diciendo que finalmente el 'ninot' objeto de polémica se ha considerado como "más propio de la imaginería festiva del Poblenou que de la promoción del establecimiento comercial". El concejal del distrito, Josep Maria Montaner, ha informado también que el expediente ha quedado archivado. Los propietarios de la horchatería, fundada en 1912 por el fundador de la familia que aún la regente, el 'tío Che' al que homenajea el muñeco de fibra de vidrio instalado en la esquina de Rambla de Poblenou y Ramon Turró desde hace unos 20 años, lo guardaron en la biblioteca de Can Saladrigas en espera a que llegase una solución.

La horchatería publicó el pasado sábado este tuit:

La figura volverá la tarde de este mismo lunes a su lugar habitual. La polémica también había llegado a Twitter. Y en un verano en que la oposición a Ada Colau está conviertiendo en casus belli cada incidente en la ciudad, este episodio menor, fruto al parecer de un exceso de celo de un funcionario, ha adquirido dimensiones insospechadas.