CONFLICTO DEL TRANSPORTE

Taxistas de Barcelona ofrecen viajes gratis a pacientes de hospitales para mejorar su relación con los ciudadanos

Un taxi traslada a un paciente al Hospital de Sant Pau

Un taxi traslada a un paciente al Hospital de Sant Pau / RICARD CUGAT

Felipe Valenzuela

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La huelga de taxistas ha seguido en pie este miércoles pero decenas de voluntarios están realizando carreras gratuitas a hospitales. Varios taxistas se han organizadoa través de sus emisoras, para ofrecer viajes en Barcelona en una jornada que transcurrió de manera tranquila. El sentimiento de deuda para con los barceloneses estaba presente en casi todos los voluntarios. "Quiero pedir perdón a todos los ciudadanos por las molestias ocasionadas estos días", asegura David Díaz, taxista que ha trabajado en el Hospital Vall d'Hebron.

La inciativa de los taxistas parecía que iba a pasar casi desapercibida pero solo en este hospital a mediodía ya tenían superados los 40 trayectos. "Supongo que llegaremos a las 70 carreras, como en otras ocasiones", explica Díaz. En el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el flujo de viajes a primera mañana no era del todo notorio. En esta zona, las carreras también eran gratuitas pero solo para "servicios sociales urgentes", como señalaban varios carteles en los vehículos, es decir, de hospital a casa y viceversa. "Queremos ayudar a personas mayores, padres y madres con niños que salen del hospital o personas con alguna dificultad o discapacidad", relata Sergio Alguacil, quien coordinaba las carreras del hospital de Horta-Guinardó. "Si un señor mayor tiene movilidad reducida y lo que quiere es ir a tomar una caña, lo siento pero hoy no es el día", concluye el taxista que llevaba desde las siete de la mañana haciendo de voluntario.

Algunos taxistas pedían perdón por las molestias causadas durante el transcurso de la huelga

Carreras gratis para arreglar las cosas

"Lo estamos haciendo para compensar las molestias de los últimos dias", relata el taxista Gabriel Isidro. En Sant Pau los voluntarios no tardaban mucho en acercarse a señores mayores o personas embarazadas en cuanto los divisaban. Algunos se sorprendían al ver que no era necesario pagar, otros insistían en hacerlo. "Me sabe mal porque ya tenéis muchos problemas de los que ocuparos -les explicó una usuaria que salía del centro médico- Que vaya bien con las VTR o cómo se llamen", se despidió en referencia a las licencias VTC.

Entre los propios taxistas, también comentaban la respuesta de la gente. "A mí me han dejado dinero en el asiento al bajarse"; explicó Nadiuska Romeu, taxista que estaba en el Vall d'Hebron. "Ese dinero irá al hospital Sant Joan de Déu", aseguró David Díaz. Los taxistas destinan el fondo recaudado en algunas de sus carreras a donaciones al centro pediátrico del hospital, una iniciativa donde participan decenas de trabajadores y que también consiste en llevar a niños enfermos al centro de manera gratuita.

El apoyo de los ciudadanos, en alza

En el Hospital Clínic el ambiente era parecido al de Vall d'Hebron y Sant Pau. Una decena de vehículos esperaban en fila a los usuarios que necesitaban ser llevados a casa. "He hecho una carrera y los clientes ya sabían que no se pagaba", aseguró Nuria López. "Al despedirse me animaron a seguir con la lucha", concluyó. Su compañera, Eva Castro, asistió a una familia de franceses. "No entendían que no se pagaba, pero como teníamos el taxímetro apagado al final lo comprendieron", relató. Para Castro el apoyo a la causa de los taxistas ha ido mejorando con el paso de la huelga. "Al principio teníamos cero soporte. Fue bastante duro -relató- Incluso de personas cercanas. Llegué a cansarme de explicar por qué protestábamos. Había un problema de desinformación que ahora se ha arreglado".

López explicó cómo mucha gente creía que lo que quería el sector era no tener nada de competencia. "Muchos se quedaban con la tertulia pero lo único que queremos es que se regule y que se entienda que son servicios diferentes", apuntó. El ánimo entre los trabajadoras ha mejorado, sin duda. "Algunas personas que pasan por delante se acercan y nos alientan a seguir", relató Castro. "Lo de los servicios mínimos tenían que arreglarlo, pero en cuanto al motivo de protesta es lógico que se hayan movilizado", opinó Jessica López, trabajadora del Vall d'Hebron.