pleno municipal

Colau y Trias pactan un plan de choque para Ciutat Vella

Colau y Trias

Colau y Trias / periodico

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su predecesor en el cargo y presidente del grupo del PDECat, Xavier Trias, han cerrado este viernes un acuerdo para impulsar un plan de choque que persigue combatir la proliferación de ‘narcopisos’ en Ciutat Vella, con especial atención al Raval, una iniciativa que después ha sido aprobada en el pleno municipal entre protestas de algunos grupos que han denunciado que el gobierno solo haya buscado el pacto con los exconvergentes. Por eso, el PSC, el PP y Ciutadans se han abstenido. Barcelona en Comú, el PDECat y el de ERC han votado a favor y la CUP, en contra.

El pacto llega después de que Trias le tendiera la mano a Colau para consensuar medidas centradas en la seguridad, la salud, la vivienda y los servicios públicos. El exalcalde, que ha recordado durante el pleno que la oposición reprobó la gestión de la alcaldesa en relación con los ‘narcopisos’, ha subrayado: "Nos teníamos que poner de acuerdo. Creemos que las cosas no se estaban haciendo bien. Celebro que se hayan sumado al pacto".  

El plan de choque tiene una dotación de 4,8 millones de euros que se invertirán hasta final de año, con especial atención a los meses de verano, y prevé la incorporación de profesionales de varios campos. En primer lugar, se establecen "actuaciones extraordinarias dentro del plan de vecindad que permitan garantizar el descanso de los vecinos, mejorar la respuesta de los servicios públicos, hacer labores preventivas contra los incumplimientos normativos, garantizando el cumplimiento de la ordenanza del civismo, así como luchar contra el mal uso de la vivienda". En este apartado, se prevé la intervención de 10 auxiliares de espacio público y 12 técnicos de intervención social con turnos de ocho horas. Esta medida tiene un presupuesto de 1,4 millones.

Contra la venta de drogas

Otro punto de la iniciativa es un plan de choque contra la venta de drogas, con un incremento de horarios y profesionales que se concretará en la labor de 23 educadores de salud. Cinco técnicos se suman al frente de la vivienda, en el que los objetivos son movilizar pisos vacíos, sancionar a los grandes tenedores que ostentan su propiedad, además de agilizar el tapiado de pisos para evitar sus reocupaciones. En limpieza, de la recogida de jeringuillas a la de la basura, se incorpora a un equipo de cuatro personas "para servicios extraordinarios en las zonas más sensibles".

Se creará una mesa de trabajo con vecinos, entidades y representantes políticos sobre los ‘narcopisos’ y se aumentarán los recursos disponibles en seguridad, con la intervención del equipo de investigación de la Guardia Urbana, un operativo conjunto con los Mossos y una dotación extraordinaria de dos patrullas de la policía local. El presupuesto para el combate contra la venta de estupefacientes es de dos millones de euros.

La Ciutadella

La tercera pata del plan de choque, con 1,4 millones de euros de presupuesto, contempla una actuación en el parque de la Ciutadella y en todo Ciutat Vella para evitar la pernocta en la calle y la venta ambulante, en la que participará un equipo de mediadores, junto con la Guardia Urbana. El plan prevé que Barcelona Activa “acompañe” la cooperativa de los manteros.

"Somos conscientes de que en Ciutat Vella tenemos un problema", ha afirmado el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que ha afirmado que además de haber sido pactado con el PDECat, el plan contiene aportaciones del PSC. El jefe de filas de los socialistas, Jaume Collboni lo ha negado en redondo. "Nos congratulamos de que después de la reprobación al gobierno por Ciutat Vella hayan tomado una decisión. El problema es que esa decisión ha sido un pacto que no entendemos a qué viene. Si era un acuerdo para todos, tenían que haberlo dicho”, ha lamentado Collboni, que ha anunciado la abstención de su grupo. Con el mismo argumento ha justificado Alberto Fernández Díaz la abstención del PP: "Esto no es un acuerdo de ciudad. Si lo es, hay que hablar con todos los grupos". ERC ha combinado la crítica y el aplauso: "Nos parece bien el acuerdo. Ahora bien, digamos la verdad. Han pasado tres años y ha habido que llegar al último del mandato para afrontar un problema de ciudad".

Por Ciutadans, Carina Mejías ha denunciado que su grupo ha presentado varias iniciativas similares para Ciutat Vella y que el gobierno las ha ignorado: "Hasta seis planes de choque hemos presentado. Y ustedes, sin respuesta. Y ahora aparecen con sus nuevos mejores amigos". El único voto negativo, el de la CUP, ha sido defendido por la concejala Maria Rovira con un reproche ideológico al partido de Colau: "No entendemos cómo Barcelona en Comú ha caído en las premisas de la derecha".