Barómetro Municipal del GESOP

Colau pierde fuelle pero volvería a ganar

Resultados del sondeo del GESOP para las elecciones municipales de Barcelona

Toni Sust

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A un año para las elecciones municipales que se celebrarán el 26 de mayo del 2019, el escenario barcelonés está más que abierto. Ada Colau volvería a ganarlas si se celebraran ahora, pero lo haría con menos apoyo del que logró en el 2015. Obtendría nueve o 10 concejales, con un 20,9% de los votos, frente al 25,1% que logró en las elecciones de hace tres años, en las que Barcelona en Comú se hizo con 11 ediles. Esta vez, tendría a dos rivales muy cerca de igualarla o adelantarla.

Este es el pronóstico que refleja el Barómetro de Política Municipal elaborado por el Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para EL PERIÓDICO, que, en su estimación de voto, da a ERC la segunda plaza electoral, algo que ya sucedía en la misma encuesta hace un año. La diferencia es que esta vez los republicanos empatan en esa segunda plaza con Ciutadans. Ambos recibirían un 18% del voto y ocho o nueve ediles. Con diferencias tan reducidas, tanto ERC como Ciutadans conservan opciones de disputar la victoria a Colau.

Otros de los vaticinios destacados es la de que el Partido Popular se quedaría fuera del Ayuntamiento de Barcelona por primera vez en 35 años: en 1983 y 1987 logró representantes como Alianza Popular y desde 1991 como PP. El grupo de Alberto Fernández Díaz logró siete concejales en 2007 y nueve, su máximo histórico, en el 2011. En el 2015 cayó hasta tres y se vio superado por Ciutadans, que entró por primera vez en el consistorio con cinco representantes.

Junts per Barcelona

Los ocho o nueve concejales que el barómetro prevé para el partido de Albert Rivera son los que ya tenía más los tres que arrebataría al PP. En el caso de ERC, su subida de cinco a ocho o nueve también se nutre de otra caída, la del PDECat, la antigua Convergència, que bajaría de 10 concejales a seis. Hay que tener en cuenta una incógnita por despejar, la de si existirá una candidatura unitaria independentista, un Junts per Barcelona que contribuya a estimular lo que más teme Colau: que la votación se decida en gran parte por el factor identitario y el eco del ‘procés’.

Ante esa hipótesis, está por ver si ERC aceptaría integrarse en la fórmula, algo que por ahora rechaza aunque con la boca pequeña, consciente de que la presión para que se sume podría llegar a intensificarse. Por ejemplo, si el expresidente Carles Puigdemont la defiende como su opción preferida.

Los encuestados sostienen que votarán pensando en los problemas de Barcelona más que en el conflicto entre independentistas y constitucionalistas. Siete de cada diez consultados (un 70,4%) afirman que será la ciudad y no el ‘procés’ lo que definirá su voto, frente a un 16,8% que dice que sí actuará en función del factor identitario y un 7,9% que asegura que tendrá en cuenta ambos factores por igual. Los incrementos en las expectativas electorales de ERC y Ciutadans avalan la influencia del ‘procés’ en las municipales, como en casi todo.

Posibles pactos de gobierno

El barómetro augura un incremento de apoyo al PSC, de cuatro a cinco concejales, y a la CUP, que lo haría de 

El sondeo augura la desaparición del PP del consistorio por primera vez en 35 años y un complejo mapa de pactos potenciales

tres a cuatro. Ambos podrían participar, por lo menos aritméticamente hablando, en alguno de los pactos potenciales para formar gobierno, que se antojan complicados. Si Colau intenta gobernar con 10 concejales, uno menos que ahora, el riesgo de parálisis institucional sería elevado. Si Barcelona en Comú apostara por los dos aliados principales, aunque puntuales, con los que empezó el mandato, el PSC y ERC, los tres superarían holgadamente la mayoría absoluta, fijada en 21 concejales (en este mandato sumaban 20 ediles), aunque ahora mismo parece impensable que vuelvan a ir de la mano. También BC, ERC y la CUP podrían blindar juntos la mayoría absoluta.

Los ‘comuns’ y los republicanos sumarían casi 20 ediles: todos tendrían que votar en contra para tumbar a esa alianza. Pero solo parece viable si ERC rompe amarras con el PDECat y el entorno de Puigdemont. En una alianza que reprodujera la del Parlament, republicanos, exconvergentes y la CUP sumarían 18 concejales, una cifra que puede bastar para gobernar.

Ada Colau

Ada Colau / periodico

La encuesta vaticina un muy buen resultado a Ciutadans, pero como lo lograría a costa de anular al PP, y a la vista de su antagonismo con el resto de grupos, solo podría aspirar a un acuerdo con el PSC, con el que no alcanzaría la mayoría absoluta: se quedarían en 13 0 14 ediles. Los antinacionalistas lo apuestan todo a gobernar como fuerza más votada, como ha hecho el grupo de Colau. Como en el frente independentista, en el constitucionalista no se descarta una candidatura transversal, que reclama el exprimer ministro Manuel Valls para aceptar el reto de presentarse a la alcaldía.

Cambio en 12 meses

El estudio no mantiene la tendencia que dibujaba el barómetro del 2017, que pronosticaba que Colau hubiera logrado 12 concejales de haberse producido las elecciones en ese momento, por ocho de ERC y cinco, los que tiene ahora, a Ciutadans.