INICIATIVA INTEGRADORA

Barcelona da un impulso al turismo para discapacitados

Trabajadores de hoteles se enfrentan a una silla de ruedas para entender las necesidades del colectivo en un curso pionero

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Patricia Castán

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La empatía posiblemente sea la mejor pasarela hacia una ciudad más amable para las personas con algún tipo de discapacidad. Por eso, hoy lunes medio centenar de trabajadores del sector turístico y de las administraciones públicas se han subido a una silla de ruedas o se han calzado unas gafas que les dejaban sin visión, con los que han tenido que recorrer un hotel. Se enfrentaban así a "la dificultad que afronta un viajero con necesidades especiales". Era el primer curso formativo sobre Turismo accesible que impulsa Barcelona.

El ayuntamiento está analizando la accesibilidad en la oferta de la ciudad y sus retos para ser una ciudad atractiva para este sector de la población con algún tipo de limitación. Un colectivo de amplio espectro, que abarca de la población con minusvalías a la de edad avanzada, han destacado. El siglo XXI con su imparable auge viajero, no puede poner trabas a estas alturas a estas personas (en España son más de 10 millones), y Barcelona lo quiere poner más fácil, en esta ocasión de la mano de Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos (Predif) y la Fundación Ecom.

Moverse en libertad

Algunas encuestas han revelado que los museos y espacios expositivos de la ciudad, así como -en mucha menor medida- las playas, tienen buena valoración en cuanto a accesibilidad en el seno del sector y de las (más críticas) entidades de discapacitados. Pero algunos alojamientos, restaurantes, comercios o espacios congresuales, entre otros, aún tienen un largo camino por recorrer, como ya prevee el Plan Estratégico de Turismo 2020.

Durante dos días, los trabajadores del sector están conociendo en primera persona esos hándicaps. En el hotel Catalonia Rigoletto, el grupo se las ha visto con pasillos, moquetas y ascensores manejando sillas de ruedas o sin apenas visión para llegar a la habitación 228. Una lección única.