COMISIÓN SECTORIAL

Ayuntamiento y hoteleros discrepan sobre las cifras turísticas de Barcelona

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Patricia Castán

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La semana pasada tocó revisar el comercio, y este jueves ha sido el turno del sector turístico en Barcelona. Ambas actividades se han visto afectadas por los acontecimientos encadenados en los últimos meses (atentado e inestabilidad política), que llevaron a los agentes económicos a reclamar un análisis de la situación y las consecuentes medidas. La comisión no permanente instigada en noviembre por el PSC ha reunido a 12 representantes del turismo que han tenido oportunidad de escuchar en boca del consistorio unos datos que les han sorprendido: en base a la estadística del Instituto Nacional de Estadística (INE), los turistas alojados en hoteles habrían crecido un 1,3% en enero y un 2,3% en febrero, respecto de los mismos meses del año pasado. El Gremi d'Hotels no solo discrepa, sino que alerta de que el bajón es más notorio en marzo.

Las cifras del INE no suelen coincidir con las que elabora la patronal, que recaba datos entre al menos un 80% de sus asociados encuestados. Pero en esta ocasión, donde la estadística nacional aprecia un crecimiento (más moderado, eso sí, que el año anterior, cuando en enero se incrementaron los viajeros un 15,4%), los hoteleros hablan de caídas. En especial en marzo, cuando la ocupación habría pasado del 81,06% en el 2017, al 76,8% el pasado mes. El ayuntamiento también habla de un ligerísimo aumento de pernoctaciones hoteleras. Y de mejoras en los volúmenes de actividad en aeropuerto y puerto.

Por contra, fuentes del gremio explican a este diario que el acumulado del primer trimestre del 2017 reflejó una ocupación del 72,48%, frente al 70,8% este año. Y lamentan que para evitar un decremento mayor el sector ha bajado precios en torno a un 10% en muchos casos.

Iconos a la baja

En el torrente de datos aportados esta tarde por el consistorio para evaluar la situación de Barcelona ante operadores y grupos políticos sí se constata oficialmente el bajón de la afluencia a las principales atracciones turísticas de la urbe. El parque Güell suma cinco meses de descenso de visitantes (un 7,2% menos solo en febrero), mientras que la Sagrada Família pierde fuelle desde hace ocho meses y cerró el 2017 con un ligero saldo negativo. Fuentes del sector turístico añaden que otros iconos han vivido la misma afectación.

El informe municipal concluye que el efecto del atentado de agosto fue leve y con rápida recuperación, mientras que a final de año los temores de los viajeros encuestados aludían a las afectaciones de servicios y recursos por manifestaciones y huelgas relacionadas con el 1-O. Los descensos fueron más acusados.

El concejal de Turismo, Agustí Colom, se ha mostrado optimista ante los datos más recientes, mientras que los hoteleros los han cuestionado y han alertado de que las reservas para los próximos meses siguen cayendo.

Los distintos operadores convocados han pedido más implicación al consistorio en distintos capítulos: promoción del sector, control del alojamiento ilegal, redistribución de lo obtenido con la tasa turística, más aparcamiento para autocares y frenar la imagen negativa del turismo que -afirman- el ayuntamiento de Colau ha alentado con su discurso, entre otras demandas.