Barcelona preservará 26 casas fábrica del Raval de los siglos XVIII y XIX

Los edificios se catalogarán como elementos industriales de interés patrimonial para evitar su derribo

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El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado los trámites para preservar 26 casas fábrica del barrio del Raval que fueron construidas durante los siglos XVIII y XIX y que son consideradas un ejemplo del desarrollo de la zona durante ese periodo. La comisión de gobierno ha aprobado inicialmente la protección patrimonial del conjunto de viviendas,  una modificación del Plan Especial de Protección de Patrimonio Arquitectónico y Artístico de Ciutat Vella que prevé que las casas fábrica cuenten con una catalogación de nivel B o C.

La cuestión será ahora objeto de debate entre los grupos municipales en la comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad, el paso previo a que sea aprobado por el pleno.

CASA Y RESIDENCIA

Las casas fábrica aparecieron como fruto de la primera etapa de la industrialización urbana en terrenos de Ciutat Vella que no habían sido poblados masivamente. Supusieron una novedad por su doble función, que incorporaba en un mismo inmueble fábrica y residencia.

En julio del 2016, el consistorio optó por una paralización de licencias con el fin de evitar que alguna de las casas fuera demolida para dar paso a nuevas construcciones, dado que su actual catalogación, de nivel D, el genérico de Ciutat Vella, no las salvaba de la piqueta.

De las 26 casas fábricas, siete recibirán el nivel B, de bien de interés local que les otorga, en función de la ley de Patrimonio, un alto grado de importancia a la vista de que han conservado su integridad tipológica e histórico-artística. Las 19 restantes tendrán una protección de nivel C: serán preservadas pese que han sufrido cambios relevantes que modificaron su estado inicial.

VOLUMEN LIMITADO

El plan evita que se pueda incrementar el volumen edificado y establece que los espacios industriales diáfanos deben conservarse. En lo que se refiere al uso de los edificios, la intención es rechazar cualquiera que pueda perjudicar su estado, por lo que quedaría vetada la posibilidad de compartimentar los espacios en locales, oficinas y viviendas. Tampoco se admitirán viviendas nuevas en los edificios protegidos interiores ni en planta baja si eso supone alterar los “valores espaciales” de las naves.