Baile en el metro

TONI SUST / BARCELONA

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Dos ancianos viajaban en metro, en la línea 1, el pasado viernes, cuando en la parada de Plaça de Sants se subieron dos raperos al vagón. Empezaron a actuar y, como dicen los intérpretes que les sucede a menudo, de la apatía inicial, de la mirada de reojo, del gesto desconfiado, se pasó al entusiasmo. Manel Collado, 93 años, se levantó para darles unas monedas, y ya no se pudo sentar. Quiso sacar a bailar a su acompañante, Montse, pero esta se resistió, con algo de vergüenza. Collado invitó a bailar a otra pasajera del suburbano que sí accedió. Entonces Montse no lo dudó: buscó a otro bailongo.

Todo pasó muy rápido, pero no lo suficiente como para que Mireia Font, otra viajera en el vagón, no pudiera grabarlo con su móvil. Dice Font que vio a Montse muy animada por la actuación y pensó que algo iba a pasar. Y grabó las imágenes de Collado levantándose y bailando y de Montse haciendo lo propio. Y el vídeo, subido por EL PERIÓDICO, ha tenido en Facebook 14,3 millones de visualizaciones, ha generado 125.625 reacciones y 11.440 comentarios. Básicamente, por lo refrescante de las imágenes.

EL GRUPO SE FORMÓ EN AGOSTO

Los raperos eran dos pero en realidad son tres. Forman el grupo SubterRAPeos. Son Ander, de 24 años, de Chile; Andino, 23 años, de Ecuador, y Karu, un barcelonés de 20 años. Karu no estaba el viernes en el vagón de Manel y Montse. El grupo empezó a actuar en agosto y lo hace en la línea azul, la roja y a veces la verde del metro de Barcelona. Suelen recorrerlas entre mediodía y las cuatro de la tarde. Un ‘empleo’ que combinan con la formación. Ander estudia canto y sonido. Andino, lo mismo y guitarra. Karu estudia guitarra.

Font quedó encantada con el grupo, y localizó a uno de sus miembros gracias a que hizo un comentario del vídeo en la red social. La mujer tuvo claro que tenía que grabar cuándo vio a Montse escuchando a los músicos: “Pensé que la iba a liar. Y la lió”. En efecto, la anciana apenas podía quedarse quieta mientras actuaban, pero el primero que se levanta es él. Cuando ella rechaza salir a bailar y él convence a otra viajera, la primera se queja jocosa, hasta que se busca a su propia pareja. Entonces es Collado el que bromea, fingiendo que reta a una pelea a su sustituto.

ABRUMADOS POR EL ÉXITO

Font no quería dejarlo ahí. Quería volver a ver a los músicos y a los bailongos. Y con tal objetivo se ha organizado un encuentro este lunes por la tarde en el Clot, el barrio de la pareja. Salían del CAP e iban hacia el casal y ella parecía mosqueada con tanto eco mediático. Así que con los raperos allí y Font a punto de llegar, y con Montse fuera de escena, esta vez, Collado ha declinado participar. “Esto ha crecido demasiado”, ha dicho el hombre, antes de apartar de sí la fama repentina: “Ya es suficiente. Me ha visto hasta mi nieta desde Londres. Ya es suficiente”. Y se ha alejado con su bastón. Todo apunta a que su novia no estaba cómoda con tanta repercusión.

Así que al final sólo ha habido encuentro, aunque celebrado, entre Font y los SubterRAPeos. En los cercanos Jardins del Clot de la Mel, el grupo ha hecho una actuación para la mujer que les grabó, para dos niñas que asistían fascinadas, y que se han converitido en protagonistas de su canción improvisada, y para todo el que se acercara. Es posible que Collado siga rehuyendo las cámaras, pero para los músicos el baile que el anciano empezó en el metro ha acabando reportándoles la notoriedad más inesperada con apenas cuatro meses de historia como grupo.