Solo 10 coches por minuto en hora punta en Gran de Gràcia

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / MARIA IGLESIAS / BARCELONA

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Apenas una decena de vehículos circulan calle arriba por Gran de Gràcia y son algo más de las ocho y media de la mañana. En plena hora punta en esta zona de la ciudad, el efecto llamada del Día sin Coches se percibe incluso cuando faltan todavía casi dos horas y media para que este eje de la histórica 'vila' de Gràcia se cierre oficialmente al tráfico, dentro del programa previsto para esta jornada en Barcelona. 

Aquí, los usuarios están tan sensibilizados que basta con que el ayuntamiento cuelgue carteles en algunas farolas para que la gente que acaba de aparcar vuelva a su coche o a su moto y los traslade a una calle adyacente, donde este jueves sí está autorizado estacionar. "Tampoco nosotros hemos notado un gran cambio respecto a otros días", explica el camarero de uno de los establecimientos donde los clientes del vecino mercado de la Llibertat aprovechan para tomarse un cafecito, antes de embarcarse en la rutina cotidiana.

CUATRO CLAXONES EN VIA LAIETANA

A la misma hora, en la Via Laietana se vive un momento de tensión. Es cuando se realiza de manera completa el corte de dos de los carriles de esta calle. Los coches empiezan a crear colas frente a cada semáforo. Algunos claxones. Pero pronto el tráfico recupera toda la normalidad que pueda tener en las circunstancias de esta jornada que ha discurrido sin atascos y con la afluencia normal de vehículos.

Varios ciclistas han campado a sus anchas por el carril bici que se ha habilitado para ellos a modo de prueba piloto, aunque algunos despistados siguen colándose en el carril motorizado por mera costumbre. “Normalmente tardo mucho en subir toda Via Laietana con tantos coches siempre. Esto es una gozada”, asegura una de las usuarias.

Para los peatones también es un alivio encontrarse la calle más despejada. María, que vive en la misma vía, se queja de las molestias que le causa el tráfico en su día a día: “Así hay menos contaminación, menos ruido y es más seguro para los niños”, comenta mirando a su hijo pequeño.

EN METRO Y BUS, POR SI ACASO

Salvo las calles afectadas por el Día sin Coches, los automóviles han circulado con absoluta normalidad por el centro de Barcelona. Muchos ya se han adelantado a las posibles molestias que podrían encontrarse y han optado por el transporte público, como Ana, que hoy ha tomado el metro hasta Urquinaona para dirigirse a su trabajo y regresará a casa en bus.

“¿Día sin coches? Eso sería si no hubiera ninguno”, protesta Iris Tudón, que cuando salió a la calle pensaba que el motivo de los carriles cortados eran por las venideras fiestas de la Mercè.