La Nau Bostik de La Sagrera reabrirá en septiembre tras un acuerdo con el ayuntamiento

La antigua fábrica de productos adhesivos de 6.000 metros cuadrados quiere ser un "lugar polifacético" al que se acceda "sin problemas", explica su instigador

Nuevo uso de una fábrica 8Entrada a la Nau Bostik, en la jornada del viernes del Ladyfest Barcelona.

Nuevo uso de una fábrica 8Entrada a la Nau Bostik, en la jornada del viernes del Ladyfest Barcelona.

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La Nau Bostik, en el distrito barcelonés de Sant Andreu, reabrirá su local principal este septiembre tras llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, que precintó la nave en julio por incumplir normativas.  

El consistorio cerró el recinto -que no disponía de licencias para ejercer actividades- tras un informe de la Gerencia de Urbanismo y otro de la Guardia Urbana que certificaron que las naves no cumplían las condiciones de seguridad, especialmente en las instalaciones eléctricas.

La Nau Bostik, una antigua fábrica de productos adhesivos que cerró hace más de diez años, cuenta con 6.000 metros cuadrados y una docena de naves. Se ha convertido en un centro cultural donde se reúnen actividades creativas como teatromúsicapinturagastronomía y fotografía, entre otras, transformándose en un "lugar polifacético al que los ciudadanos pueden acceder sin problemas", ha explicado el impulsor del proyecto, el fotógrafo y arquitecto Xavier Basiana.

Basiana explica que hace más de año y medio se puso en contacto con la inmobiliaria La Llave de Oro para proponerles un proyecto similar al que había realizado en la Nau Ivanow en 1998, convertida en centro de creación e inscrita en el proyecto de Fàbriques de Creació del Institut de Cultura del Ayuntamiento desde el 2010.

Con este iniciativa, que aglutina a más de trece entidades y ocho colectivos de forma habitual, el arquitecto reafirma su intención de dar un uso social a espacios que están abandonados y que pueden satisfacer las necesidades de equipamientos especializados en La Sagrera y el resto de la ciudad.

Cuando empezó el proyecto, las naves estaban llenas de escombros y deshechos industriales, sin embargo, el barrio respondió positivamente y todos los miércoles se encontraban "unas 20 personas que ayudaron a limpiar durante tres o cuatro meses, fue una experiencia de voluntariado y cooperación".

Una vez rehabilitada se hizo una jornada de puertas abiertas y, desde ese momento, entidades y asociaciones la han adoptado como suya: el representante vecinal Camilo Ramos ha remarcado que "este tipo de equipamiento es muy importante para el barrio y para la ciudad porque esta zona será central para Catalunya con la construcción de la nueva estación de trenes".

Basiana asegura que desde su apertura no han dejado de recibir llamadas de personas que quieren utilizar ese espacio para hacer actividades como grabaciones de videoclips, ensayos de obras de teatro y sesiones de fotos.

FALTA DE ESPACIOS

Con este tipo de proyectos Xavier Basiana pretende suplir la carencia de espacios públicos, según él, e insiste en que "pese a que las naves no reúnen las condiciones físicas que exige la administración se trata de un lugar apreciado por la gente por su estilo berlinés y su espíritu comunitario".

Sin embargo, para Basiana es esencial que las personas que hacen uso de los espacios comunes se impliquen en la gestión del proyecto: un ejemplo son los diferentes artistas que utilizan la nave, como talleres creativos y que "se reúnen, se organizan y toman sus propias decisiones".

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