El número de personas sin hogar en Barcelona se estabiliza pero no baja

Un estudio recomienda tener en cuenta también a los amenazados por desahucios y masificación

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En Barcelona hay, en este 2015 que acaba, unas 2.800 personas sin hogar, de las que casi 700 duermen en la calle; 434 en asentamientos y más de 1.600 en recursos aportados por la Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar (XAPSLL), según los datos que aporta el Servei d'Inserció Social (SIS)  del consistorio y según los recuentos periódicos que realizan entidades sociales. En el 2014, los sin hogar de Barcelona eran unos 2.700. En el 2013, más de 2.900. En el 2008, unos 2.100. El fenómeno no remite, aunque sí se ha frenado su expansión.Y se hace imprescindible abrir la mirada hacia otras dificultades relacionadas con la vivienda que hacen que quienes las vivan estén cerca de ser personas sin hogar: los casos en los que hay riesgo de desahucio y las viviendas masificadas.

Estos son algunos de los datos y conclusiones aportados por Albert Sales, Joan Uribe e Inés Marco, autores de un estudio sobre las personas sin hogar en Barcelona: 'Diagnosi 2015, la situació del sensellarisme a Barcelona'. El estudio, presentado este lunes por la teniente de alcalde de derechos sociales de Barcelona, Laia Ortiz, recuerda que en el 2010 se marcó el objetivo de que en el 2015 ya no durmiera nadie en la calle. Con la aportación de nuevos recursos públicos, indica el documento, se ha contribuido a frenar el crecimiento del número de personas sin hogar. Pero está comprobado que no se erradica el fenómeno y que es necesario profundizar en las casuísticas que no se aprecian a primera vista, como en un recuento en la calle. 

CONCLUSIONES

Los autores advierten de algo que puede parecer de sentido común: la gente no duerme en la calle porque quiera. No es cuestión de patología social, sino de problema para acceder a la vivienda. Recomiendan mantener y aumentar la apuesta por recursos asistenciales, dando prioridad a pisos de inclusión y equipamientos pequeños.También apuestan por ampliar la recogida de datos sobre las personas sin hogar para conocerlos mejor, más allá del número que constituyen.

En relación con las personas sin hogar se distingue entre los sin techo, gente que pernocta en la calle o en un albergue y pasa el resto de la jornada en la calle; los sin vivienda, gente que duerme en alojamientos temporales, instituciones o pisos con apoyo; la gente que vive en una vivienda insegura, sin poder pagar el alquiler, pendiente de desahucio o víctima de maltrato, y la que reside en una vivienda inadecuada, por ejemplo, por su masificación.

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