A mordiscos con los Mossos para evitar una detención
Su familia le ayuda y el enfrentamiento se salda con cuatro agentes heridos leves
Guillem Sánchez
Redactor
Periodista de sucesos. Antes trabajé como redactor de sociedad en la Agència Catalana de Notícies (ACN).
Profesor asociado en la Facultat de Comunicació i Relacions Internacionals Blanquerna.
Libros Publicados: 'El Estafador' (Editorial Península) y 'Crónica del Caso Maristas' (Ediciones B).
GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA
Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer por la tarde a un hombre sospechoso de haber cometido un robo en un establecimiento comercial. Un agente de la comisaría de Sant Martí, que trabajaba de paisano, lo reconoció y comprobó que tenía una orden de detención pendiente. Pero el sospechoso no lo puso nada fácil.
Fue identificado justo al lado del domicilio donde reside, en la calle Catania, del barrio del Besòs, en Barelona. Su resistencia alertó a sus familiares, que bajaron a ayudarle. Los cuatro mossos que intervenían en el arresto se vieron rodeados y, según fuentes policiales, estos acabaron agrediéndoles para impedir su detención. De hecho, según las mismas fuentes, los cuatro agentes llegaron a sufrir mordiscos, de poca gravedad, causados por el detenido.
La reyerta no se zanjó hasta que se presentaron en el lugar antidisturbios de la Brigada Móbil, ARRO y la Guardia Urbana. Su intervención permitió finalizar la detención y abandonar la zona a los cuatro policías.
- Las tres enfermedades que la manzanilla ayuda a combatir
- Pensionistas, solo cobraréis una parte de la paga extra en junio: esta es la razón
- Los Mossos alertan de este método de robo: "Antiguo pero recurrente
- Quién es Laura Menoyo y por qué era la visita más esperada para Daniel Sancho
- Mezcla aceite de coco y vinagre, te sorprenderá el resultado | Vídeo
- Yolanda Díaz insta a la patronal a pactar la reducción de la jornada "antes de verano" o legislará sin ella
- La Guardia Urbana rescata 14 gatos de un piso de Sant Martí
- Barcelona descarta replicar el modelo de ejes verdes al costar su mantenimiento diez veces más que en otras calles