El futuro de un edificio icónico

Sagrada Família, torre Agbar, los Encants Una instalación deportiva municipal

Aspecto de las gradas de la Monumental y su entorno.

Aspecto de las gradas de la Monumental y su entorno.

Agustí Farrés Crespi

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De estilo mudéjar e impermeable a la ciudad, La Monumental se nos ha mostrado siempre como una caja anacrónica tanto por sus usos como por su arquitectura. Para la mayoría de ciudadanos siempre ha sido un enorme e incómodo objeto que no ha irradiado en el entorno. Interiormente, de sección continua y un tambor superior porticado, sorprende por su gran capacidad de asientos y un óptimo uso para el espectáculo. Por definición es un círculo puro con sol y sombras, con un decorado/fachada de Pascua. Solo podemos entender su futuro uso en el apartado de ocio, deportes y espectáculos. No puede competir con grandes instalaciones de élite como el Palau Sant Jordi, así que su futuro pasaría por ser una instalación deportiva municipal con multiplicidad de pistas de uso diario; para clubs y escuelas y anónimos ciudadanos deportistas. El gran tambor circular permitiría la creación (fácil, económica) de un techo horizontal intermedio y pistas a dos niveles: las inferiores a cubierto y las de arriba al aire libre.

Más allá de que se ponga en evidencia algún tipo de déficit social, la nueva actividad que acoja la  Monumental debe aportar valor añadido y aumentar (junto con la Sagrada Família, el Teatre Nacional, los Encants y la Torre Agbar) el inventario de singularidades de ese sector de la ciudad. En un espacio pensado solo para las corridas de toros, el nuevo proyecto deberá aportar la versatilidad suficiente para  una oferta variada de actividades que, admitidas por la catalogación del edificio, garantice su viabilidad económica. Por lo tanto debe contemplar algún tipo de actividad comercial y al mismo tiempo acoger alguna singularidad. Manteniendo su disposición radial interior a modo de terrazas superpuestas y el vacío central, permitiría una programación estable de exhibición castellera que, con una exposición permanente en 3-D del fenómeno casteller, sería incluida en los circuitos turísticos y culturales de la ciudad . La música de las 'gralles', el colorido y la 'enxaneta' al coronar, llenarían la plaza de una experiencia no exenta de mística.