LA PORTADA - UNA OBRA MUY EFÍMERA

Hotel Internacional, 53 días de obras para un solo año de vida

Hotel Internacional, 53 días de obras para un solo año de vida_MEDIA_1

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Carles Cols

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El modernismo perdido es trabajo de documentación y relato tan exhaustivo que sus autores pronto vieron que tenían que acotar territorialmente su investigación. Limitaron la búsqueda a la Barcelona antigua, pero preparan ya un segundo tomo para otoño sobre la destrucción del patrimonio en el Eixample. De momento, en las librerías está el primer volumen, que analiza el caso de las tiendas, pero dedica otros capítulos no menos interesantes a, por ejemplo, la arquitectura fugaz que se construyó en la ciudad con motivo de la exposición internacional de 1888. De ahí sale la fotografía que ilustra la portada, muy simbólica de lo efímera que puede ser en Barcelona la arquitectura. Es el Hotel Internacional. Más de 800 trabajadores trabajaron por turnos de forma ininterrumpida para levantar en 53 días ese monumental edificio. Fue una proeza. Abrió sus puertas el 5 de abril de 1888. Alojó a los visitantes de la ciudad y, clausurada la exposición, fue demolido en abril de 1889. Así estaba previsto de antemano, porque ocupaba terrenos del puerto, en lo que actualmente es el Moll de la Fusta. Años después aquel solar lo ocuparon los tinglados del puerto, demolidos en 1981 para, como se decía entonces, abrir Barcelona al mar. Así fue, si se quiere, hasta que tiempo después se construyó al otro lado de la dársena el Maremàgnum y el sarcófago nuclear del cine Imax, que tapan las vistas prometidas a los ciudadanos. Y todo ello, además, en un paréntesis de 100 años.