¡Al rico contrato!

Hubo un tiempo en que los jóvenes (de Barcelona y de otros horizontes) no habrían sacrificado ni locos su verano para ponerse a trabajar casi a destajo o a diario, como se presupone en los contratos de temporada alta del ocio. Que tenían mejores planes. Que pensaban en viajar al extranjero para aprender idiomas o para ver mundo. Y que tenían incluso ahorrillos para hacerlo. Pero en el 2012 lo más buscado en esta ciudad es... un contrato. Así que no es de extrañar que cuando el grupo catalán de ocio Matinée lanzó hace una semana el anzuelo de 150 puestos de trabajo para cuatro meses, la respuesta fuese tan contundente (3.000 currículos en una semana) como reveladora: entre los aspirantes hay gente con varias carreras y seis idiomas. Los hay también que imploran el empleo pese a tener 10 años más de los que se indica en la oferta o que están dispuestos a dejar su ciudad para sobrevivir unos meses. La empresa preseleccionó a 500 candidatos que ayer desfilaron con su mejor sonrisa por la oficina de Matinée en busca de trabajo. Tantas entrevistas como historias y sueños.

El director del grupo, Manolo Soria, era el primer sorprendido. En los últimos años, sus ofertas estivales de empleo han tenido mayor respuesta que antaño. Pero lo de esta semana supera todas las previsiones. Hasta impresiona.«Queremos ofrecer oportunidades a todo aquel que sea capaz de aportar algo bueno a la empresa», resumía, con el corazón partido por tumbar, por edad, a candidatos de 38 años dispuestos a todo o a otros con dos carreras pero ninguna experiencia en el ocio nocturno.

¡Al rico contrato! Diez de la mañana en la sede de la empresa en el Eixample. ¿No hay cola? Pues no, mínima espera porque el grupo ha organizado un operativo militar para evitar aglomeraciones. Los preseleccionados vienen con cita, les aguardan 16 personas de la empresa tras otros tantas mesas numeradas de interrogatorio. Nada complejo ni psicotécnicos a la vista.«Lo esencial es tener algo de experiencia, simpatía y buena presencia», explicaba Soria. La convocatoria reclamaba personal de 18 a 30 años«altamente especializado, con buena presencia y fluidez en tres idiomas o más».

Para muestra, un botón. La mayoría, sonrientes; muchos -y sobretodo- muchas, vestidos con su mejorlook, como si en el despacho ya aguardara la barra o el podio. Chicas con cuerpo de infarto y la carpeta de la universidad, signo de los tiempos que corren.«Hay de todo, desde los que están hace tiempo en paro, hasta los que buscan su primer trabajo, o estudiantes que necesitan conseguir dinero en verano, y gente muy seria que ve la noche solo como un trabajo», algo nada usual hace unos años, resumía un portavoz, con el paso de las horas. Había aspirantes de varios países, hasta dos chicas rusas alojadas en un hotel, a la espera de una oportunidad en Barcelona. O una pareja de Badajoz dispuesta a la mudanza. Y jóvenes que habían recorrido media España sin la certeza de pasar la prueba.

Los puestos a cubrir eran de amplio espectro, desde camareros y reponedores de barra, a gogós, animadores y relaciones públicas, con sueldos a partir de los mil euros, por ejemplo, para camareros de fin de semana. La mayoría de elecciones se tomaron ayer, cuando al marcharse el solicitante, le calzaban unaptoono aptoen su ficha. Pero los puestos de baile y performances se completarán con un cásting in situ. Como el que tendrá que pasar la acrobata Vanessa Gorjón, tras cuatro años trabajando en Italia y volver a Barcelona, donde suma cuatro meses de paro. Lo suyo es el trapecio, así que ansía pistas donde dar rienda suelta a sus músculos.

Continuidad

¿Dónde? No pone pegas a ningún destino. Matinée busca personal para sus negocios de temporada: el barcelonés Summer Festival y el Circuit Festival (que moviliza a miles de gais de todo el mundo en Barcelona en agosto), la Atlàntida de Sitges y Amnesia Eivissa, por la que pasan 130.000 asistentes cada verano. Por no hablar del tour mundial que realizan durante todo el año, exportando sus fiestas a pistas por todo el planeta. Esta faceta posibilirá que los más aventajados firmen la continuidad.

Los aspirantes se iban con dudas sobre el resultado.«No sé...», decía Alba Conde, estudiante de Matemáticas que veía en la noche una posibilidad de compaginar ingresos con logaritmos. Eso sí, sin salir de Barcelona. Abraham Arasa era optimista, tal vez por palmito, tal vez porque trabaja en la sala Metro, que cierra en verano, y pese a sus 19 años la noche no le guarda secretos. Ni a la risueña y despampanante Gloria Uclés, bailarina de 22, dispuesta a hacer las maletas a Eivissa en busca de una temporada rentable. Y más alegre.