POLÉMICA SOBRE LA PEOR ENCUESTA DE VICTIMIZACIÓN DE LOS ÚLTIMOS 25 AÑOS en Barcelona

La seguridad crea dudas

Un grupo de delincuentes rumanos trata de robar a un turista en el metro, el pasado octubre.

Un grupo de delincuentes rumanos trata de robar a un turista en el metro, el pasado octubre.

P. CASTÁN / H. LÓPEZ A. BAQUERO / Barcelona

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¿Hay que pasear con precauciones por las calles de Barcelona? ¿Es la capital catalana más peligrosa que en las últimas dos décadas? Los datos del 2009 (recién publicados) siembran las alarmas, aunque las autoridades insisten en que la situación está mejorando este año. En cualquier caso, saber que uno de cada cuatro barceloneses ha sido víctima de un delito o falta durante el año pasado ha dado alas al núcleo duro de la oposición (CiU y PP) para tratar de rematar al alcalde Jordi Hereu, cuya popularidad se ha desplomado hasta cuotas nunca vistas, según refleja la última encuesta municipal. Ayer, ambos grupos hicieron sangre de los datos de victimización difundidos el miércoles, donde se constata que el 2009 fue negro para la seguridad en Barcelona. Con un aumento de más de cinco puntos (hasta el 25,5%) en victimización, la ciudad alcanzó las cuotas de 1985, una circunstancia que aprovecharán convergentes y populares en plena (y prematura) precampaña electoral.

Lejos de centrarse en el regocijo por sus buenos resultados en el último barómetro municipal, –que dan a su partido un 18,1% de votos, 7,4 por encima del PSC–, el líder municipal de CiU, Xavier Trias, centró ayer su discurso en los datos sobre victimización, que juzgó de «muy graves». «La política de Jordi Hereu y Assumpta Escarp, máximos responsables de la seguridad en la ciudad, ha logrado el éxito de situar la victimización en cifras del año 1985», ironizó el líder nacionalista, quien puso énfasis en que una cuarta parte de los barceloneses – «no estamos hablando de turistas», remarcó– asegura haber sido víctima de un acto delictivo en el 2009.

Trias consideró también «muy preocupante» el incremento de la delincuencia sobre las personas mayores de 65 años –ha aumentado en más de siete puntos en un año– e insistió en su vieja idea de la policía de barrio. «En Barcelona faltan 600 mossos d'esquadra», denunció.

La concejala de Seguridad, Assumpta Escarp, destacó el miércoles que la victimización crecía por la vía de la seguridad personal (robos de carteras y bolsos) y de coches, es decir, que no se trataba de delitos con violencia o de gravedad. Sin embargo, la percepción para el 31,4% de ciudadanos es que la ciudad empeoró en este sentido el año pasado.

CAMBIO DE ALCALDE / El presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, abogó ayer por un «cambio responsable y nítido», que deje atrás un pasado socialista de tres décadas y «cierre el paso a un gobierno nacionalista». El edil vaticinó que este verano habrá un cambio de alcalde, como ya sucedió con la llegada de Clos en 1997, y en el 2006 con Hereu. Tras diseccionar los «despropósitos» del bipartito en los últimos tiempos (del fiasco de la Diagonal a los casos de corrupción y las dimisiones de concejales), puso el dedo en la llaga: «Barcelona es más capital del delito que nunca». A su juicio, hacen falta más policías y más «mano dura».

Mandos de los Mossos d'Esquadra reconocieron que el 2009 fue un año «muy malo» en materia de seguridad en Barcelona pero que se está reconduciendo la situación. Prueba de ello es el descenso de las cifras de hurtos y del total de delitos que se han cometido en la ciudad en los últimos seis meses. Esa mejora será presentada hoy en el Consell de Seguretat Urbana de Barcelona, que reúne a ayuntamiento, Conselleria d'Interior y tejido asociativo.

El deterioro en la seguridad de la capital catalana durante el 2009 llevó a la cúpula de Interior a relevar a los responsables de los Mossos en Barcelona, colocando como comisario jefe a Joan Carles Molinero, que ha afrontado una reorganización de las patrullas y ha reforzado la presencia de agentes en la calle.