Precedente en América Latina

Un revés de Indra causó una crisis a Hugo Chávez

La empresa canceló unas elecciones en Venezuela a tres días de su celebración

DAVID PLACER
BARCELONA

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Los fallos informáticos y los errores de coordinación entre empresas causaron una de las primeras crisis políticas del Gobierno de Hugo Chávez cuando, a tres días de las elecciones presidenciales, de alcaldes, gobernadores y congresistas, previstas para el 28 de mayo del 2000, la empresa Indra anunció que no podía celebrar el proceso por «errores técnicos insalvables». Después de varios meses en que el Consejo Nacional Electoral (CNE) insistió en que el proceso era posible para esa fecha, al final tuvo que posponerlo para dos jornadas diferentes (30 de julio y 3 de diciembre del 2000), lo que motivó una renuncia masiva de los directivos del CNE y la primera crisis política del Gobierno de Chávez.

La multinacional española Indra y la empresa estadounidense AES debían coordinar la integración de los sistemas de votación en un complejo proceso de recuento electrónico para elegir miles de cargos públicos en toda Venezuela. Pero cambios de última hora en las candidaturas y errores en los sistemas informáticos precipitaron el fracaso.

FALLO BENEFICIOSO / Eduardo Semtei, vicepresidente del CNE de Venezuela en ese proceso, comentó a este diario que la empresa Indra era conocedora de los graves errores que había producido la descoordinación con AES pero no informó a tiempo al Gobierno venezolano. «Indra había organizado íntegramente otras elecciones, pero el año 2000 el Gobierno decidió dividir el proceso para que ninguna empresa tuviera el control absoluto. Indra tuvo una mala relación con AES y estoy convencido de que en el fondo le convenía que el proceso se pospusiera, porque obligaba al CNE a adjudicarle en exclusiva las elecciones, como efectivamente ocurrió. Indra era la única que podía organizar rápidamente unas elecciones sin la necesidad de contratar tecnología o soporte a otras empresas. No se puede negar que tiene mucha reputación internacional en el sector tecnológico», explicó Semtei. El exdirectivo también se vio obligado a renunciar a su cargo por la cancelación de las elecciones. Días antes, había gritado a los periodistas que dudaban del proceso, que las elecciones se celebrarían «El 28, el 28, el 28», una frase por la que todavía hoy es recordado.

Tras el fracaso, el órgano adjudicó las dos elecciones fraccionadas del 2000 a Indra, pero la multinacional española no se volvió a presentar a otros procesos electorales en Venezuela. «El nombre de Indra quedó manchado en el 2000. Desde ese momento el CNE intenta ser independiente de la tecnología externa y contrata solo a empresas cuando es indispensable», dijo Humberto Castillo, actual rector del organismo.

En Venezuela, tanto los exresponsables del proceso fallido como los nuevos dirigentes de creen que la responsabilidad del terremoto político de aquel año no recayó, de forma exclusiva, en Indra.

Indra, que participó con Scytl en la consulta de la Diagonal, asegura que no se pueden comparar ambos procesos porque las elecciones venezolanas estaban reguladas por ley mientras que la votación de la Diagonal se trataba de una consulta. En España, Indra ha realizado numerosos trabajos en elecciones para el Ministerio del Interior sin problema alguno, según el ministerio.