Los 100 patos de la Ciutadella han muerto debido al botulismo

JORDI SUBIRANA / BARCELONA

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Los patos del parque de la Ciutadella mueren de botulismo de tipo C, una enfermedad que no puede afectar a las personas. Los animales pueden haber contraído el botulismo tras ingerir comida fermentada del fondo del estanque o un trozo de algún animal en descomposición. Hasta ahora el Ayuntamiento de Barcelona estima que han fallecido más de un centenar de patos en el lago.

La limpieza es la mejor solución para acabar con el brote, según fuentes de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Ayer, técnicos de Parques y Jardines vaciaron y empezaron la limpieza "a fondo" del lago. Se da la circunstancia de que el ayuntamiento anunció hace 10 días que había vaciado y cambiado el agua del estanque y ahora se ve obligado a repetir la operación.

TRES SEMANAS SIN BARCAS

Esta vez, el radio se ampliará y se sanearán también las orillas. También está previsto retirar las algas y elementos vegetales de la zona. La actuación durará alrededor de unas tres semanas. Durante ese tiempo, el servicio de alquiler de barcas quedará interrumpido. Las autoridades sanitarias, además, recomiendan a los ciudadanos no dar de comer en exceso a los patos ya que parte de la comida puede quedar en el fondo del lago y fermentar. El ayuntamiento no se plantea prohibir esta práctica ni, por supuesto, imponer multas.

La muerte de los patos se produce tras ingerir la bacteria y producir las toxinas. Los síntomas que presentan estos animales son espasmos, diarrea y parálisis musculares y, en líneas generales, fallecen por problemas respiratorios. En algunos casos, porque la parálisis afecta a los pulmones o al corazón, y la mayoría de veces, porque a los animales les queda el cuello flácido y se ahogan. Pero no siempre esta bacteria, al introducirse en el cuerpo del animal por vía digestiva, acaba produciendo un episodio de botulismo.

Los servicios sanitarios han llegado a la conclusión de que se trata de botulismo tras descartar que podían ser otras enfermedades más graves como gripe aviaria, lo que negaron los primeros análisis realizados.

También quedó pronto descartado que las muertes fueran por alguna anomalía del agua o por envenenamiento, ya que en ambos casos habrían muerto también el resto de animales que conviven en el lago con los patos, como son las cotorras y las palomas.

Los primeros animales muertos aparecieron en el parque de la Ciutadella a mediados de agosto. A lo largo de las semanas siguientes siguieron los fallecimientos hasta el pasado fin de semana.

Un portavoz de la Conselleria de Medi Ambient i Habitatge de la Generalitat explicó el viernes pasado a este diario que se hallaron también algunos patos muertos de Diagonal Mar y que se investigaba la causa. Anoche, el director de la ASPB, Joan Guix, dijo que estos animales fallecieron hace unos meses y que se comprobó que fue por unos pesticidas, por lo que no existe relación con el botulismo y no está previsto llevar a cabo acciones de limpieza en ese parque.

BACTERIA RESISTENTE

El botulismo aviario es una enfermedad que las aves desarrollan tras ingerir una toxina neuroparalizante producida por Clostridium botulinum, una bacteria que se localiza en zonas húmedas. Las esporas de la bacteria son muy resistentes. Pueden durar años en el suelo y en los sedimentos si se dan, entre otras condiciones favorables, altas temperaturas (basta con unos 23 grados), falta de oxígeno y la existencia de un sustrato adecuado, como, por ejemplo, restos de materia orgánica y cadáveres de animales vertebrados o invertebrados.

Si bien el botulismo es una enfermedad que pueden contraer los humanos (sobre todo por la ingestión de conservas caseras en mal estado que tengan esa toxina) y puede ser mortal, el de tipo C no afecta a las personas, según los servicios sanitarios del ayuntamiento. Un pato tampoco puede contagiar a otro. Para contraer el botulismo, el animal debe ingerir la toxina contaminada.