La tienda Modelo cierra tras 122 años en la Rambla

Los clientes adquieren la mayor parte de la ropa a precio de liquidación

DAVID PLACER / BARCELONA

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Las tiendas con tradición continúan muriendo. Ayer le tocó el turno a una de las más antiguas de la ciudad, la sastrería Modelo, en Rambla, 131, que cerró definitivamente sus puertas. Y sus clientes, fieles a la tienda y a su descuento de liquidación, arrasaron con la mercancía. Los últimos consumidores entraban atraídos por los anuncios de ofertas de hasta el 70%, pero salían rápidamente porque casi no quedaban productos. Algunos dependientes permanecían sentados en las escaleras.

Los clientes fieles como Carles Vigas fueron ayer a recoger su compra. "Sabía que cerraban y vine hace días para pillar un traje. Me lo arreglaron y me lo llevo con 50% de descuento", dijo Vigas, de Badalona.

Muchos de los últimos clientes no tenían conocimiento previo de su cierre. "Es una lástima. Mi padre compraba trajes aquí y le duraban toda la vida. Tendremos que empezar a adaptarnos a las multinacionales, con calidad mucho peor", dijo Joan Platja. Al parecer, el edificio estaría a punto de venderse a un grupo inversor, que posiblemente lo alquile a una cadena multinacional.

MANIQUÍES EN LIQUIDACIÓN

Solo los primeros pisos de la sastrería tenían mercancía ayer. El resto estaba cerrado al público. La tienda, casi en frente de Canaletas, llevaba 122 de años abierta, en los cuales han trabajado cinco generaciones de la familia Pantaleoni. Hasta el 2000, perteneció a Enric Pantaleoni y su hijo. Desde entonces pasó a manos de otra rama de la familia, que ayer no quiso hacer declaraciones.

La empresa también cerrará nueve tiendas (algunas de la marca Leoni) y solo se quedará con cuatro comercios de la ropa juvenil McQuinn. Los propietarios han afirmado en varias ocasiones que los alquileres en Barcelona son "casi inmorales".

Ayer, en la despedida, incluso se anunciaba la venta de los maniquís del comercio. Algunos brazos sueltos quedaron tristemente desperdigados en las vitrinas.