'CORRUPCIÓN EN MIAMI', pulsión digital

DIRECTOR:Michael Mann

INTÉRPRETES:Colin Farrell, Jamie Foxx, Gong Li

PAÍS:EEUU

AÑO:2006

Cuando en 1983 el proyecto deCorrupción en Miamicayó en sus manos,Michael Mannintuyó el potencial fílmico de los personajes creados porAnthony Yerkovitchy quiso hacer un película. Pero la cadena de televisión NBC ya había comprado los derechos para convertirlo en una serie yMannasumió las funciones de productor ejecutivo de la misma.

La serie protagonizada porDon JohnsonyPhilip Michael Thomas, en la piel de unos policías medio dandis medio chulos de Miami, se convirtió en uno de los éxitos catódicos de aquella década. Las cosas, después, empezaron a irle muy bien aManncuando volvió al cine:Heat, El dilema, AliyCollateralconfirmaron lo que era bastante más que una intuición enLadrónoHunter.

Cineasta con temas y requiebros personales, a la vez que inteligente productor,Mannha esperado dos décadas para hacer realidad su primera intuición, la de convertirCorrupción en Miamien una aventura cinematográfica. Lo ha hecho ahora, en el 2006, cuando lleva años experimentando con las posibilidades de la cámara digital aplicadas al cine de gran producción.

Tan relacionada con la serie original como con algunas de sus películas,Corrupción en Miamiapuesta por una reconversión más romántica y plástica del producto televisivo original. El modelo es similar, e inclusoColin Farrellcompone un Sonny Crockett más duro y arrogante que el encarnado porDon Johnson.

Lo que varía de un producto a otro es la pulsión amorosa --en la relación de Sonny con la narcotraficante encarnada porGong Li, con escenas tan esbeltas como el viaje en lancha desde Miami hasta Cuba--, la acentuación de los difusos códigos morales por los que siempre se han regido los personajes deManny, sobre todo, la optimización estética de la imagen digital.Corrupción en Miamies un espectáculo, pero también uno de los filmes más bellos del cine reciente de Hollywood y un ejemplo de relato policiaco introspectivo.