UN FICHAJE ESTRATÉGICO
La obsesión de Xavi por el "último pase": Gündogan, Darder...
Sergi Darder, corazón perico y ¿objetivo prohibido? del Barça
El Barça que viene, con muchas incógnitas por llenar y el límite salarial excedido
Guardiola, que sabe del interés del Barça en Gündogan, lo quiere retener en el City
Sin Messi, la tercera revolución que pide (y necesita) Xavi
Marcos López
Periodista
Está Xavi de vacaciones. Pero no descansa. Va y viene de París, donde estuvo con su esposa e hijos en Eurodisney, a la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. Sigue oficialmente de descanso hasta el próximo 10 de julio cuando el Barça campeón de Liga regrese al trabajo. Estaba porque las interrumpió en la mañana del martes para acercarse hasta el despacho de Mateu Alemany, director de fútbol del club.
Anda preocupado el técnico porque no le ha llegado ningún refuerzo. Dejó escrita hace semanas, incluso meses, su carta de intenciones a Alemany, director de fútbol, convencido de que necesita potenciar lugares estratégicos en su segundo proyecto. Pero el club sigue maniatado por el fair play salarial, obligado a vender antes (Umtiti, Lenglet y hasta el cedido Abde figuran en la lista de salidas) para hacer margen a los nuevos.
Con el primer proyecto, el de las palancas, ganó Xavi la Liga y Supercopa de España, pero se estrelló fuera: primero en Champions, luego en Europa League. En el segundo, no hay nada que pueda ejercer de motor económico, por lo que se reduce considerablemente el margen de maniobra del club.
Y del técnico, cuya preocupación aumenta porque necesita un jugador "creativo", como él mismo lo definió, capaz de servir el "último pase", instalado en la parte alta del cuadrado del centro del campo.
Era el lugar de Messi
Lugar que inicialmente tenía reservado para su amigo Messi. Estaba convencido el técnico de qué Leo venía al Barça. Pero eligió irse al Inter Miami porque no tenía oferta azulgrana. Y le pedían tiempo para esperar.
Tiempo que ahora también se le echa encima al entrenador porque aguarda ansioso la resolución que tome Ilkay Gündogan, el capitán del Manchester City, el faro que necesita la próxima temporada para que la luz en el centro del campo no dependa solo de la clarividencia y creatividad de Pedri.
Trabaja el técnico, como desveló Catalunya Ràdio, en otra opción. Más cercana, pero igual de compleja porque el Barça ha sondeado la posibilidad de fichar a Sergi Darder, el capitán del Espanyol que ha descendido a Segunda División. Ambos, aunque sea en diferente nivel (el alemán de origen turco ha sido campeón de Europa y ha ganado el trébol con el City; la clase del mallorquín no ha bastado para que los pericos resistan en Primera) responden al perfil que exige Xavi.
Un perfil que debe reunir a jugadores inteligentes, con capacidad para definir ese último pase que alimente a los delanteros y no deje, por ejemplo, a Lewandowski en la sensación de orfandad que ha vivido en los últimos meses de la temporada, coincidiendo con la seria lesión muscular de Pedri.
Jugadores ambos expertos (Gündogan tiene 32 años; Darder, 29) que son, en realidad, una valiosa oportunidad de mercado. El citizen, que queda libre el 30 de junio, es dueño de su destino. Y Guardiola también aprieta porque no quiere que se le vaya. El españolista, al consumarse el descenso a Segunda, ve reducida su cláusula de rescisión de 50 millones de euros a 10, con capacidad el club perico de retenerlo incluso si iguala salarialmente cualquier oferta que reciba.
Aliviar a Pedri
Futbolistas ambos que proporcionarían a Xavi lo que tanto requiere: rendimiento inmediato, con capacidad para servir asistencias además de asomarse con acierto al gol. Darder anotó siete tantos en sus 41 encuentros con el Espanyol, al tiempo que regalaba cuatro pases de gol. La influencia de Gündogan todavía ha sido mayor en la obra de Guardiola: 11 goles en 51 encuentros fusionadas con siete asistencias.
Es justo lo que requiere Xavi. Ese último pase que ahora solo queda sintetizado en la mágica figura de Pedri. Mágica, pero débil físicamente, especialmente en las dos últimas temporadas, que ha terminado mirando el fútbol desde la grada porque músculos se han quebrado con demasiada frecuencia. Así ha terminado el curso en el Barça. Y en la selección. Mirando por televisión el título de la Nations League.
De ahí, la presión de Xavi a Alemany y, por supuesto, a Deco, nuevo director deportivo del Barça que ejerce desde hace semanas pese a que no ha sido nombrado oficialmente. No es capricho alguno. Es una necesidad. Necesidad perentoria. Necesita al ‘hombre del último pase’.
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