El Barça presenta la futura movilidad de Montjuïc

El Barça se esfuerza en suavizar todos los inconvenientes que suscita el acceso a Montjuïc ahora que va a ser un inquilino duradero (un año y medio) pero temporal, con el traslado del equipo mientras duran las obras del Camp Nou. La falta de hábito de acudir a la montaña, con el añorado, lejano y breve verano de 1992, amenazan con dejar abandonados (es una exageración) a los chicos de Xavi Hernández, que seguramente jugarán en el estadio Lluís Companys con la etiqueta de campeones de Liga.

Presentó el plan de movilidad del Barça Jordi Portabella, director de Sostenibilidad de la entidad, que en virtud de su cargo adelantaba que habría enormes restricciones para los desplazamientos en vehículos privados y la promoción del transporte público en todas las modalidades. Y así será. Quedarán vetados, salvo las credenciales que se concedan a personal del club, futbolistas, y servicios (seguridad, sanitarios, policías). Habrá un aparcamiento para autocares y otro de motocicletas.

Veto al coche

El coche, para el aficionado de a pie, queda prohibido. O parcialmente prohibido. Se permitirá hasta la base de la montaña, no más. A partir de ahí se dibuja un perímetro protegido por el que acceso hacia el estadio sólo podrá efectuarse principalmente con transporte público o con vehículos de movilidad personal como bicicletas y patinetes. O caminando.

Los vehículos se podrán aparcar en un parking de la Fira y en otro adjunto al Carrer del Foc, que asciende al campo desde el Passeig de la Zona Franca. De ahí partirán, desde dos horas antes del partido, convoyes en grupos de tres lanzaderas cada cuatro minutos.

Las escaleras mecánicas serán reversibles, de subida antes de los partidos y de bajada después. Igual que la calle del Foc, en dirección de ascenso antes y de descenso después, como adelantó este diario. La plaza de España, punto de partida y llegada de 10 líneas de autobús, 2 de metro y 8 de Ferrocarrils, aglutinará la sobreocupación cuando juegue el Barça.

"Hemos descubierto el funicular", admitió Portabella, como fórmula de acceso al Lluís Companys.

"Hemos descubierto el funicular", admitió Portabella como una modalidad para canalizar el acceso y el vaciado del estadio. Destacó el exedil de urbanismo del Ajuntament de Barcelona, entre otro de sus antiguos cargos, la "capacidad de absorción", el acceso pedestre y la proximidad de las líneas 2 y 3 de metro.

"La primera recomendación es que los aficionados tendrán que salir antes de casa de lo que lo hacen ahora", dijo Portabella. Alcanzar el estadio requerirá más tiempo. La afirmación contenía el anuncio de que habría actividades colaterales al partido para fomentar el acceso escalonado hacia el estadio.

Fórmulas de entretenimiento

"Se buscarán fórmulas de entretenimiento", explicó el ejecutivo azulgrana. Igual Laporta recupera las distracciones que idearon en su primer año de mandato (2003-04) que quedaron resumidas con "el partido del gazpacho"; aquel Barça-Sevilla que empezó a las 12.05 de la noche. Partido resumible, además, con el golazo, el primero de muchos, que marcó Ronaldinho.

El gasto de la inversión destinada a preparar los accesos para disfrutar del Barça a Montjuïc asciende a 5.899.100 millones. El club expuso el plan de la próxima temporada y tuvo a bien precisar que el Ajuntament aportará 2.578.000 millones, y los restantes 3.321.000 saldrán de las arcar azulgranas, entre inversión (1.867.100) y mantenimiento (1.454.000).