ANÁLISIS

La contracrónica del Barça-Atlético: Ter Stegen premia la reinvidicación de Ferran

CABECERA FUTBOL CONTRACRONICA BARÇA ATLETICO

CABECERA FUTBOL CONTRACRONICA BARÇA ATLETICO / EPC

Marcos López

Marcos López

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El protagonista

RONALD ARAUJO, UN COLOSO

No es solo lo que defiende sino lo que proyecta en ataque. Aguantó al Barça en un mal inicio donde el Atlético no solo tenía el control del encuentro. Tenía hasta la pelota, incapaces como eran los azulgranas de descodificar a Griezmann, el faro del cholismo. El central uruguayo, que ya fue coreado por el Camp Nou en el minuto 21, por encima incluso del nivel de adhesión que se mostró en el 10 para recordar a Messi, estuvo a la altura de lo que demandaba la soleada y festiva tarde barcelonesa.

Andaba Araujo atento a la indolencia con la que parece jugar Koundé. Estaba preocupada por los desajustes de Marcos Alonso, el central zurdo que le acompañaba. No tenía suficiente con ser aplicado y sólido atrás.

Un pase largo suyo al espacio resultó ser el prólogo del gol de Ferran Torres para silenciar la ambición cholista. Porque Araujo valía para todo. Para defender y, al mismo tiempo, para iniciar la acción del único tanto azulgrana.

El mejor

ANTOINE GRIEZMANN NO PUDO CON TER STEGEN

Entró en el partido a lo grande. Ni un minuto y el larguero de Ter Stegen retumbaba. Como el Camp Nou. Griezmann aprovechó una excelente presión sobre Busquets – hasta tres rojiblancos agobiaban al capitán azulgrana – para colocarse en la frontal del área donde se inventó un monumental disparo que sorteó la gigantesca figura del meta alemán. Pero Ter Stegen tuvo suerte de que la madera le librara del gol del Atlético. Era un primer aviso.

Ter Stegen atrapa el balón ante Griezmann en el Barça-Atlético del Camp Nou.

Ter Stegen atrapa el balón ante Griezmann en el Barça-Atlético del Camp Nou. / Jordi Cotrina

Serio aviso porque, además, Griezmann no se conformaba con eso. Una internada de Carrasco por la banda izquierda, quien supo rentabilizar la lentitud de Koundé, más incómodo que nunca como lateral derecho, permitió al delantero francés disparar, en posición forzada, pero con mucho veneno. Topó entonces con la mano del portero azulgrana. Una parada que era un tesoro cuando el partido estaba igualado. Dejó en la segunda mitad Griezmann un remate de espuela, que tuvo luego una respuesta extraordinaria de Ter Stegen.

Griezmann fue el mejor Griezmann. Y Ter Stegen fue el mejor Ter Stegen.

Marcaje a...

FERRAN TORRES, GOL QUE VALE CASI UNA LIGA

Estaba desubicado. Y eso que Xavi había apostado por el Barça de los extremos ubicándole a él en el flanco izquierdo mientras mantenía a Raphinha en la banda derecha. Ferran Torres le devolvió al técnico esa confianza en un momento tan delicado de la temporada y, quien sabe, si hasta de su futuro en el Camp Nou. ¿Cómo? Con un gol que quizá vale ya definitivamente una Liga.

Ferran Torres se reinvidica tras marcar el 1-0 al Atlético en el Camp Nou.

Ferran Torres se reinvidica tras marcar el 1-0 al Atlético en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Agonizaba la primera mitad cuando Araujo oteó a Raphinha y este a Ferran. Todo muy rápido, vertical al máximo, necesitado como andaba el Barça de llegar lo antes posible a la portería de Oblak. Ferran ajustó su mirilla y disparó con intuición, además de acierto. Un tiro a puerta del Barça en los primeros 45 minutos, un gol. ¡Para qué más!

Luego, Ferran se reinvidicó con su celebración enseñando el nombre que luce en la espalda. Estuvo luego más dinámico al ser situado más cerca de Lewandowski que de la cal de la banda. Antes de ser sustituido disparó bien, pero lo evitó Oblak. Excelente balance para el exjugador del City: dos tiros, un gol. 

La táctica

2 EXTREMOS, 3 CENTRALES Y 4 CENTROCAMPISTAS

Empezó Xavi con extremos. Y terminó con centrocampistas. Empezó con Raphinha y Ferran. Y acabó luego con Pedri en el eje del juego ofensivo, desplazando a Gavi a la posición de falsto extremo. Era, en realidad, interior o media punta. Tenía entonces, o eso buscaba Xavi, controlar el partido, pero no había rastro de eso.

Xavi abraza a Ansu Fati antes de salir en los últimos minutos del Barça-Atlético del Camp Nou.

Xavi abraza a Ansu Fati antes de salir en los últimos minutos del Barça-Atlético del Camp Nou. / Jordi Cotrina

Jugó la media hora final con una línea de tres centrales – Koundé en la derecha, Araujo, en el eje, y Eric, que suplió a Marcos Alonso, en el costado zurdo – mientras rellenaba el técnico azulgrana el centro del campo con ese cuadrado que tanto le gusta teniendo en la base a Busquets y Frenkie de Jong mientras en la parte superior cohabitaban Pedri y Gavi.

Movió y removió la pizarra Xavi para intentar domar un encuentro que no tenía dueño en esa vertiginosa y enloquecida segunda mitad. Y, finalmente, se salió con la suya porque ganó el partido que casi le da la Liga con un soberbio ejercicio defensivo. Uno más. Unido, además, a una madurez competitiva que necesitaba para frenar la racha de tres partidos consecutivos sin marcar un gol.

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