PULSO POR EL MEDIO CENTRO

Frenkie de Jong amenaza el trono de Busquets

Frenkie de Jong arrebata con clase un balón al rival durante el partido en el Camp Nou.

Frenkie de Jong arrebata con clase un balón al rival durante el partido en el Camp Nou. / JORDI COTRINA

Marcos López

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Se lo pasó en grande Frenkie de Jong. Disfrutó ante el Villarreal, escoltado por dos adolescentes (Gavi y Pedri), llenos de talento y energía, protegido por las veloces piernas de Koundé y explorando el ataque con alas (Ferran y Ansu) que no hacen del regate un estilo de vida. Disfrutó tanto que hasta el Camp Nou coincidió en dedicarle una gran ovación cuando Xavi lo sustituyó por Busquets, el capitán que empezó el día después de la derrota en el clásico, sentado en el banquillo.

Amenaza, o eso pretende, al menos, De Jong el estatus de intocable que tenía (el domingo se verá ante el Athletic si aún lo mantiene) de intocable. Para Xavi, no hay un medio centro igual a Busquets. Y el club, que lleva meses y meses buscando un sustituto al capitán, también lo sabe. Perderá el tiempo si busca un nuevo Busquets. No existe.

Hay jugadores que se mueven con autoridad y jerarquía en ese cruce de caminos que es el medio centro (Rodri, del City de Guardiola, es lo que más se asemeja), pero todos terminan por ser distintos a Busi. Y Frenkie de Jong más que ninguno. Ante el dominio del minifundio que exhibe el capitán, por mucho que dos errores (el 1-2 del Inter y el 1-0 del Madrid) le hayan señalado, contrasta el gobierno del latifundio que proyecta el neerlandés.

"Me siento cómodo cuando estoy involucrado en el juego y toco mucho la pelota"

— Frenkie de Jong, jugador del Barça

No le gusta estar quieto. Ni parado. Su mapa de calor contra el Villarreal trasciende los límites de lo que se espera de un medio centro convencional. Va y viene Frenkie. Viene y va. Con y sin balón, obligando a Pedri y Gavi, astutos ellos, a moverse al ritmo que le marca el rubio neerlandés. “Me da igual donde juegue”, argumentó después de recibir el aplauso unánime del Camp Nou. "Me siento cómodo cuando estoy involucrado en el juego y toco mucho la pelota", recalcó después para definir el factor diferencial.

"He tocado mucho la pelota, me alegro mucho por eso", añadió después feliz por liderar la pandilla de jóvenes y tras confesar que había notado “una sobrecarga en el gemelo” que le hizo pedir el cambio. Pero está dispuesto Frenkie para jugar el domingo, de nuevo en el Camp Nou, ante el Athletic de Valverde.

El club buscó todo el verano, pero sin éxito, la salida del neerlandés porque era una carga económica

Ahí se sabrá si existe un punto de inflexión en la gestión de Xavi. Se verá si sostiene todavía a Busquets en el eje del equipo (fue titular con Inter y Madrid, pero sustituido a la hora de partido de ambos) o se visualiza el cambio de guardia manteniendo a Frenkie de Jong como nuevo dueño del equipo. La ‘semana negra’ vivida por el Barça podría precipitar ese intercambio de sillas. Todo depende, por supuesto, de lo que decida Xavi.

Y Frenkie no quiso irse

Aunque se vive la curiosa contradicción de que ahora el neerlandés adquiere un valor extraordinario. Tanto en el presente como futuro inmediato del equipo. Y eso que durante este verano se le abrió, una y otra vez, la puerta de salida del Camp Nou. Era una operación tan económica (obtener, al menos, 80 millones de euros por su traspaso, como librarse de su alto salario, uno de los más elevados de la plantilla) como deportiva porque Xavi siempre quiso, y hasta el último día así lo manifestó al club, que Bernardo Silva, el centrocampista portugués del City, era su hombre.

Xavi conversa con Frenkie De Jong en la banda tras sustituirle.

Xavi conversa con Frenkie De Jong en la banda tras sustituirle. / JORDI COTRINA

Pero Frenkie, por mucho que le empujaron y le empujaron mucho, se negó a abandonar el Camp Nou, cómodamente instalado como se encuentra en Barcelona, una ciudad que le encanta. A la que no cambiaría por Manchester y menos para irse al United, un club en decadencia desde hace años. Y De Jong se quedó.

"Frenkie divide muy bien, es el mejor del equipo dividiendo. Conduce, rompe líneas y debía buscar interiores, lo ha entendido muy bien"

— Xavi, técnico del Barça

En el Bernabéu jugó de interior. No tuvo peso. En el Camp Nou, ejerció de medio centro, con elegancia y autoridad en el juego. "Sí, claro que puede jugar. Frenkie divide muy bien, es el mejor del equipo dividiendo", admitió Xavi tras el reparador triunfo sobre el Villarreal. "Conduce, rompe líneas y debía buscar interiores, lo ha entendido muy bien. Y, además, ha entendido muy bien el tema defensivo porque debía saltar e igualar a ese cuadrado que hace Emery en el centro del campo. Ha cerrado muy bien", añadió el entrenador en una larga lista de elogios hacia el futbolista a quien el Barça quiso vender hace apenas dos meses. Pero no pudo.    

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