Esperando las palancas económicas en el FC Barcelona

La asombrosa victoria del Madrid en la Champions y el aura mística que se está generando a su alrededor ha tenido un efecto de desánimo que se cuela por cada una de las venas del FC Barcelona. Tan inevitables se ven los éxitos madridistas como imposible darles alcance por parte de los azulgranas. La distancia es sideral en lo deportivo, lo económico y en la infraestructura principal, que es el estadio. Al Barça se le ve empequeñecido, más en pañales de lo imaginado, y encadenado de pies y manos. O sea, con el futuro oscuro como un hoyo. Solo que esto es fútbol, y como ha demostrado el Madrid, no siempre suceden cosas que se puedan explicar desde la lógica. A ese misterio insondable le toca agarrarse la entidad barcelonista.

Este martes se celebra en la Jonquera una de esas reuniones itinerantes de la junta directiva. El estado de ánimo no puede ser de verbena. Por las alegrías ajenas y las decepciones propias. Sobre la mesa, las opciones para catapultar los ingresos, las comúnmente conocidas como palancas económicas, que permitan salvar el presupuesto que se cierra el 30 de junio, enjugar deuda y sobre todo dilatar el cuello de botella del límite salarial. 

El tiempo se echa encima para resolver la venta del 49% de la gestión del ‘merchandising’ o el 10% de los derechos televisivos, ya sea a CVC o otra empresa. Entre 200 y 300 millones por cada jugada, se calculan. No se espera que de la junta salga un anuncio concreto al respecto, a pesar de que desde el club se insiste en que se lleva tiempo trabajando en estos activos. Lo que sí podría decir el comunicado posterior es la convocatoria de una junta extraordinaria para mediados de junio que permita obtener la autorización de llevar a cabo alguna de estas ventas. 

Bajas pérdidas por covid

Joan Laporta llega apurado para salvar el presupuesto de la temporada 21-22, no así para el límite salarial, que es un ente vivo y se modifica en función de los nuevos ingresos y de los recortes salariales. No le va a resultar fácil inscribir a fichajes de jugadores , ni siquiera con los nuevos ingresos. Criticó amargamente el presidente que LaLiga no se lo pone fácil. Cabe decir que tampoco se ayudó a sí mismo al rebajar al máximo las pérdidas por Covid, ante las que LaLiga ha sido comprensivo y ha permitido compensarlas en cinco años, lo que habría abierto el margen del ‘fair play’ de forma considerable. Pero ya se sabe que en los relevos presidenciales se tiene por costumbre cargar las tintas de los males heredados (letales en este caso) y Laporta no fue diferente. 

Todas estas palancas son fundamentales para rearmar la plantilla como quiere Xavi Hernández. También los nuevos recortes salariales que insinuó recientemente Laporta que podría emprender. Sin todo ello, ya puede Robert Lewandowski decir que se quiere ir del Bayern y tener ensoñaciones azulgranas. Y ya puede la dirección deportiva haber convencido a otros futbolistas como el defensa Christensen y el mediocampista Kessié, y los que estén en fase de aterrizaje. El desembarco de jugadores que eleven el nivel general depende de cómo insertarlos en el embudo del 'fair play' que estrangula al Barça. En las actuales circunstancias resulta imposible registrar a ninguno. El marcador refleja un déficit salarial de -144 millones. Así es muy difícil acercarse al Madrid ni siquiera un poco.

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