LAS CUATRO CLAVES

Los retos de futuro del Barcelona femenino tras la final de Champions

Tras la derrota en Turín, las azulgranas quieren firmar otro triplete antes de pensar en reforzarse, no solo con fichajes, sino a nivel físico y emocional

Alexia, abatida tras la derrota en la final de Turín ante el Olympique de Lyon.

Alexia, abatida tras la derrota en la final de Turín ante el Olympique de Lyon. / Javi Ferrandiz

Roger Pascual

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La derrota ante el Olympique de Lyon en la final de Turín fue tan dolorosa como la de Budapest, o incluso más por las expectativas generadas. Pudo parecer que el Barça retrocedía a la casilla de hace tres años pero, pasada la decepción, los azulgranas deben poner en valor todo lo logrado este curso y terminarlo en alto. La autocrítica y las mejoras necesarias para intentar volver a la final continental y ganarla vendrán más adelante.

El factor emocional

El marcador reflejaba un 0-3 a la media hora, casi igual que en Budapest, donde el Lyon colocó un 0-4 en un abrir y cerrar de ojos. Aunque el primero de Turín fue un golazo, los otros dos evidenciaron errores de concentración inhabituales y que ya se habían visto antes del primer tanto. Los azulgranas han tenido que aprender a convivir esta temporada con la presión y una hiperexpectación que hasta ahora habían gestionado bien. Pero si el aliento de 90.000 espectadores les dio alas en cuartos y semifinales, la presencia de 15.000 aficionados esta vez provocó errores no forzados que el experimentado Olympique supo explotar. Johan Cruyff decía que más difícil que llegar a la cima era mantenerse y ahora el otro 'dream team' deberá aprender a sobrellevar la pesada mochila deportiva y extradeportiva.

El factor físico

Alexia explicó en la previa que tras Budapest decidieron "entrenar más, ponernos en forma para ser más competitivas" al ver el nivel físico del Olympique. Pese a la mejora en este ámbito, el Lyon impuso su superioridad física también en los duelos de la primera mitad. "Ellas son más fuertes, se anticipan", reconoció la capitana azulgrana. "Es cuestión de tiempo, de ir apretando entre todos, mejorando todas las infraestructuras para tener ese ritmo. Se debe cambiar algo -argumentó-. Por mucho que entrenemos necesitamos este ritmo competitivo. Y este ritmo no lo tenemos en nuestra Liga". El crecimiento del Madrid puede ayudar en este ámbito, aunque hay que tener en cuenta que las barcelonistas se habían mostrado también incontestables en los dos últimos cursos europeos, donde solo habían concedido dos derrotas intrascendentes contra el Manchester City y Wolfsburgo ante de Turín.

Un nuevo triplete

Tras entregar la corona europea, las azulgranas tienen un último reto antes de despedir la temporada: firmar otro triplete. Después de ganar la Supercopa, el único título que se les escapó la pasada temporada, y rubricar la Liga perfecta, con un pleno de victorias, quieren revalidar la Copa de la Reina. El bloque de Jonatan Giráldez, que solo ha dejado de ganar dos partidos este curso, se medirá el miércoles al Madrid en semifinales.

Remodelar el equipo

Tras coronarse campeón de Europa la pasada temporada, el Barça se reforzó con la llegada de Engen, Rolfo y Paredes. Tres refuerzos de lujo, siendo las dos últimas titulares en Turín, y que permitieron subir el nivel de la plantilla. De cara a la próxima campaña el principal objetivo era Vivianne Miedema, pero la delantera neerlandesa ha renovado por el Arsenal. Marie-Antoinette Katoto, la goleadora del PSG que acaba contrato, podría ser el fichaje estrella para intentar destronar de nuevo al Olympique.

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