El escándalo

El Camp Nou fue alemán, la vergüenza de Laporta

Un sector del Camp Nou ocupado por aficionados alemanes del Eintracht.

Un sector del Camp Nou ocupado por aficionados alemanes del Eintracht. / Jordi Cotrina

Marcos López

Marcos López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Acabado el partido, y ya eliminado el Barça de la Europa League, el título que más cerca tenía, apareció Joan Laporta en el palco del Camp Nou. No iba solo el presidente azulgrana. Apareció media hora después del partido de la “vergüenza”, como luego él mismo lo calificó, porque el estadio azulgrana vivió un hecho insólito con cerca de 30.000 aficionados alemanes del Eintracht invadiendo asientos que pertenecían a socios del Barça.

Laporta miraba asombrado, junto a Enric Masip, su asesor de máxima confianza, y Rafa Yuste, el vicepresidente deportivo del club, la insólita imagen. Miles de camisetas blancas inundaban el templo culé en una escena nunca vista antes. Ni tampoco en ningún otro gran estadio europeo, disfrutando, además, de haber echado al Barça de Europa. Ni triunfó en la Champions ni tampoco en la Europa League.

El post partido de Marcos López. El Camp Nou fue alemán, la vergüenza de Laporta

El post partido de Marcos López. El Camp Nou fue alemán, la vergüenza de Laporta. /

Los jugadores del Eintracht festejan con miles de alemanes en el Camp Nou la eliminación del Barça.

Los jugadores del Eintracht festejan con miles de alemanes en el Camp Nou la eliminación del Barça. / Jordi Cotrina

El Barça jugaba en casa teóricamente, pero, en realidad, era como si estuviera aún en Fráncfort hace una semana. ¿Cuántos alemanes había? El club no dio cifra alguna. ¿Cómo llegaron esas más de 20.000 localidades a las manos de la afición rival? Tampoco informó la junta de Laporta. ¿Quién las vendió? Ni un comentario oficial tampoco. ¿Eran todas de socios que aprovechando las vacaciones de Semana Santa, el partido se jugó el Jueves Santo, las revendieron? ¿O acabaron, tal vez, en Alemania por el canal de los tours operadores?

Los suplentes y técnicos del Eintracht festejan la eliminación del Barça en el Camp Nou.

Los suplentes y técnicos del Eintracht festejan la eliminación del Barça en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Demasiadas preguntas sin respuesta porque el Camp Nou no solo vivió una situación inédita con los abonados culés (la entrada oficial fue de 79.468 espectadores) sintiéndose extraños en su propia casa sino porque se puso en situación límite la seguridad de esos aficionados que estaban rodeados en muchos sectores del estadio por miles de alemanes.

"Ha sido un error de cálculo y de planificación que haya habido tantos aficionados alemanes. Hay que ver lo que ha pasado. Desde el vestuario queremos saber qué es lo que ha pasado"

— Xavi, técnico del Barça

Nada más acabar el partido de ida (1-1), Xavi pidió que "el Camp Nou se convirtiera en una olla a presión" para llegar a las semifinales de la Europa League. Lo que jamás pudo imaginar el técnico es que esa olla sería finalmente alemana perjudicando, y de manera notable, a sus jugadores porque entraron sorprendidos en un ambiente que no imaginaban.

Los jugadores del Eintracht celebrando desde el terreno de juego con los miles de  aficionados congregados en la grada del Camp Nou el pase a las semifinales

Los jugadores del Eintracht celebrando desde el terreno de juego con los miles de aficionados congregados en la grada del Camp Nou el pase a las semifinales / JORDI COTRINA

"Ha sido un error de cálculo y de planificación que haya habido tantos aficionados alemanes. Parecía una final Desde el vestuario queremos saber qué es lo que ha pasado", reclamó Xavi sin citar directamente a Laporta, pero exigiendo explicaciones ante un escenario que alteró el partido.

Los jugadores del Eintracht celebrando con sus aficionados en la grada el primer gol

Los jugadores del Eintracht celebrando con sus aficionados en la grada el primer gol / JORDI COTRINA

"Es decepcionante, pero no es una excusa. No ha ayudado, nos ha podido afectar. Esperábamos 70.000 u 80.000 aficionados culés, pero había mucha gente alemana. Ha sido un error de cálculo nuestro", afirmó el técnico, que pidió justo lo contrario. Más culés que nunca.

La Grada de Animación protestó abandonando el campo

Y hubo menos, al punto de que la Grada de Animación abandonó su posición en el gol norte del Camp Nou en los primeros 10 minutos de la segunda parte como gesto de protesta por los miles de alemanes que dominaban el estadio.

"He sentido vergüenza con lo visto en la grada, pido disculpas, ha sido muy grave"

— Laporta, presidente del Barça

Laporta, tras otear, ya cerca de la medianoche, cómo el Camp Nou se había convertido en una réplica del Frankfurt Stadium, compareció ante las cámaras de Barça TV. "He sentido vergüenza con lo visto en la grada, pido disculpas, ha sido muy grave", comentó el presidente, tras indicar que el club “estaba procesando toda la información” y subrayar que daría "explicaciones". 

El presidente azulgrana Joan Laporta parece mirar desde el palco la innumerable presencia de aficionados alemanes en las gradas del Camp Nou

El presidente azulgrana Joan Laporta parece mirar desde el palco la innumerable presencia de aficionados alemanes en las gradas del Camp Nou / JORDI COTRINA

“No es habitual lo que ha pasado”; aseguró el dirigente. Nunca antes había ocurrido en el Camp Nou y basta ver que solo hubo 3.000 aficionados alemanes en las gradas del Benito Villamarín para asistir al Betis-Eintracht. "No tendría que haber pasado, tenemos estudiadas las razones y tomaremos medidas", añadió el presidente.

Los jugadores del Barça protestan el penalti de Eric García al árbitro en el Camp Nou.

Los jugadores del Barça protestan el penalti de Eric García al árbitro en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

"Tenemos información de lo que ha pasado", dijo luego sin explicar a qué se refería. "Lo que no podemos evitar son determinadas situaciones, pero se han permitido durante muchos años y a partir de ahora deberemos ser más estrictos", contó indicando que "permítanme que no precise porque estamos recopilando información con los departamentos de ticketing y seguridad. Todo apunta a que se han producido unas situaciones no deseables". 

No dio, sin embargo, detalle alguna de las causas que provocaron esa invasión alemana. "Jugando en casa no puede pasar esto", se quejaba con desazón Xavi, incapaz de entender cómo se había podido llegar a ese Camp Nou más alemán que nunca, sobrepasando, y con creces, el 5% del aforo permitido por la UEFA en los partidos europeos.

Hay, además, un total de 26.238 abonados del Barça, 8.000 más que la pasada campaña, que pidieron al inicio de la temporada 21-22 la excedencia por un año de su asiento en el Camp Nou.

Investigación interna

Laporta, entretanto, anunciaba la apertura de una investigación interna para determinar las causas de esa invasión alemana. "Como barcelonista me siento avergonzado de lo que he visto", indicó el presidente. Pero no quiso solo quedarse en las palabras sino que fue más allá. "Tomaremos medidas. No se va a producir nunca más", exclamó con energía.

"Tomaremos medidas. No se va a producir nunca más"

— Laporta, presidente del Barça

Ya durante el partido, y ante la dimensión de esa inmensa mancha blanca que dominaba las gradas del Camp Nou, Enric Masip escribió un mensaje en su cuenta personal de Twitter.

"Todo el mundo está en su derecho de vender sus carnets, pero la realidad hace que ver un Camp Nou con tantos aficionados del rival da mucha mucha lástima…", se quejó el asesor del presidente, sin reparar en que está prohibido vender el carnet, además de que olvidó que el propio club, y a través de un largo comunicado oficial, pidió el pasado 8 de abril "a los abonados que no puedan venir al Camp Nou en algún partido de este tramo final de temporada, para que cedan su asiento en beneficio del club, renunciando a una contraprestación económica".

La directiva no ha especificado tampoco cuántos abonados se acogieron a esa nueva fórmula con motivo del duelo con el Eintracht. Ni ha revelado el origen de las localidades que acabaron en manos de los aficionados alemanes, mientras un gran sector de socios culés decidían no ir a un choque decisivo para el futuro del Barça de Xavi, retratando así el transversal fracaso que se vivió en una irreal y caótica noche de Jueves Santo.

Fracaso fue que el Camp Nou fuera el hogar alemán, fracaso de la gestión de la junta de Laporta porque permitió que miles y miles de seguidores del Eintracht se sintieran como si estuvieran en Fráncfort y fracaso también para el equipo de Xavi, que se vio superado en la ida y en la vuelta, desperdiciando la ruta más cercana y accesible para ganar un título, por lo que el Barça se encamina a tres años de sequía solo interrumpida por la Copa del Rey que ganó el Barça de Koeman.

Suscríbete para seguir leyendo