EL CASO SE COMPLICA

Dembélé rechaza la renovación y eleva la tensión con el Barça

Dembélé, en el entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Dembélé, en el entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / FCBARCELONA

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Ousmane Dembélé rechaza la última oferta de renovación que le planteó el Barça, elevando así la tensión que vive con el club. Tensión que aumentará en las próximas semanas, coincidiendo con la fecha límite del 31 de enero cuando se cierra el mercado invernal.

El delantero, según informó ayer el periodista Gerard Romero en su canal de Twitch, comunicó esa negativa, que activará, ya de forma inmediata, la serie de "medidas" que tiene preparada la directiva, según reveló Mateu Alemany, director de fútbol del Barça.

Unas medidas que podrían ser drásticas, cansado como está el club y también Xavi de la actitud de Dembélé. Y de los agentes de Dembélé. El futuro del francés entra ahora en un nuevo escenario porque el Barça, harto de esperar durante meses y meses la decisión que iba a adoptar, maneja cualquier opción.

La actitud del delantero, que quiere agotar su mandado para ser dueño exclusivo de su futuro, indigna al club

Desde venderlo en este mercado invernal, algo que el jugador no contempla porque quiere ser dueño exclusivo de su futuro, libre como es desde el 1 de enero para negociar con quien quiera, o hacerle saber que su rol en el equipo cambiará notablemente, sin descartar incluso la opción de que no tenga ni un minuto.

Ferran Torres lo cambió todo

 La llegada de Ferran Torres fue un mensaje casi definitivo para el francés. Tanto en clave de presente inmediato (viene para jugar en la posición de extremo derecho, allí donde juega habitualmente Dembélé, obligado, por ejemplo, a cambiar de banda, se fue a la izquierda en el clásico de Riad) como de futuro.

Ferran Torrres, en el entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Ferran Torrres, en el entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / FCBARCELONA

El Barça sacó dinero de donde no tenía para invertir 55 millones de euros más 11 en variables en la contratación del ex delantero del City. Un dinero que, por lo tanto, no podría ir destinado a la renovación del francés, mimado al inicio por las palabras aduladoras de Laporta ("para mí, es mejor que Mbappé", dijo el presidente) y de Xavi. "Si se entrena bien y se cuida bien puede ser el mejor del mundo en su posición", certificó el técnico.

El club y Xavi se han cansado de Dembélé y planean ahora adoptar medidas drásticas

Buenas palabras que cambiaron con el tono seco y cortante de Alemany, recordando que tenían un plan para ejecutar con Dembélé tras escuchar sus inasumibles condiciones económicas para renovar. Pedía el francés, como desveló este diario el pasado 30 de diciembre, una prima de 30 millones de euros por renovar, además de 15 millones para su agente y un salario anual de 30 brutos, cifras prepandemia.

La negativa azulgrana

El Barça rechazó esas "desproporcionadas" cifras que exigía el jugador, de 24 años, porque implicaría que la operación para renovarlo se situaría en un montante total en bruto de 200 millones de euros. Y el club considera que una inversión de tanto nivel solo se puede hacer en un delantero que realmente marque las diferencias, algo que Dembélé no ha logrado hacer, por una razón u otra (castigado por las lesiones, sobre todo de carácter muscular), en los cuatro años y medio que lleva en el Camp Nou.

De ahí, la negativa de la junta de Laporta, desengañado el presidente, al igual que Xavi, con la actitud del galo, convencidos de que esa inversión económica resultará mucho más provechosa si se ficha a Haaland. A Dembélé, en cambio, se le presenta ahora un paisaje complicado. Xavi dejó dicho que no lo enviaría a la grada si no renovaba. Pero la situación cambió ó tanto que el técnico maneja más opciones ofensivas (Ansu, Ferran, Memphis, Luuk de Jong, Jutglà, Ilias, Abde... pronto Braithwaite) para sentar al francés