deporte femenino

El Barça del triplete abre la puerta del cambio

Los éxitos del equipo azulgrana femenino impulsan el tratamiento cotidiano al deporte de mujeres, visible hasta ahora solo cada cuatro años, cuando los Juegos Olímpicos ponían el foco más allá del fútbol

¡El Barça gana un nuevo triplete!

¡El Barça gana un nuevo triplete!  /

Irati Vidal

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"A lo mejor la gente no se da cuenta, pero no es solo un paso de gigante a nivel deportivo, es abrir puertas a todas las mujeres y niñas del país”, decía entre lágrimas Vicky Losada tras conquistar la primera Champions del fútbol femenino español. Patri Guijarro añadía con desparpajo: “Hemos reventado la puerta”. Acababan de lograr el mayor hito de su carrera deportiva y lejos de egocentrismos se acordaban del resto. Se acordaban de la pared. Del muro. De la invisibilización mediática que poco a poco han ido destruyendo.

Porque el ‘boom’ del deporte femenino no nace con Jennifer Hermoso, Alexia Putellas, Aitana Bonmatí y el Barça del triplete, materializado. Los éxitos de las mujeres deportistas en España vienen de lejos. Pero solo eran visibles cada cuatro años, cuando las olimpiadas ponían el foco más allá del fútbol. Y en ellas, ya hace tiempo que las mujeres brillan por encima de los hombres.

Los JJOO de Barcelona 92’ fueron los primeros en los que una mujer española subió al podio. En Londres, de los 17 metales de la delegación española, 11 eran de mujeres. Y en Rio los éxitos femeninos volvieron a ser mayoría. Por no hablar de los europeos y mundiales de las selecciones de baloncesto, balonmano y rugby. O el paso firme de Carolina Marín, Mireia Belmonte y Lidia Valentín. Sus historias enganchaban, pero seguían siendo insuficientes y carecían del enganche del deporte rey.

Audiencia histórica

El fútbol, deporte de masas por excelencia en España, aparece ahora como la puerta de entrada a la igualdad, en términos deportivos pero también de audiencia. Y es que, por mucho que el resto éxitos del deporte femenino tuvieran una gran aceptación entre el público, en el top cinco de eventos deportivos femeninos con más audiencia a nivel mundial, tan solo hay uno que no sea fútbol. Fue la final Copa del mundo de Rugby, que congregó a 2,6 millones de telespectadores en Reino Unido. En España, casi todo se resume al fútbol.

El fútbol aparece ahora como la vía de entrada a la igualdad, en términos deportivos pero también de audiencia

No hay más que echar un ojo a los datos de la final histórica entre FC Barcelona y Chelsea. El partido, emitido en TV3, Barça TV y GOL tuvo una media de 778.000 espectadores y una audiencia acumulada de 1.670.000 televidentes. “Un dato interesante pero todavía muy lejos de lo que hubiera generado una final masculina”, explica el profesor de comunicación de la Universidad Pompeu Fabra, Joan Maria Corbella. 

Corbella, estudioso de los mercados de comunicación y las medidas de audiencias, tiene claro que se ha dado un paso de gigante y que “es imposible que el deporte femenino vaya hacia atrás en términos de visibilización y atención mediática”. Pero tiene una cosa clara, “es difícil que el éxito del Barça arrastre al resto del deporte femenino porque ellas parten con la ventaja de la marca Barça”. Carlos Viver, seleccionador nacional de balonmano femenino, opina lo mismo . “El futbol absorbe mucho. Es verdad que ahora el Barça femenino está teniendo éxito y es una corriente positiva de la que podemos sacar algo. Pero si la gente no consigue engancharse cuando tienes un éxito en tu deporte, es muy difícil hacerlo después”.

"El Barça femenino está teniendo éxito y es una corriente positiva de la que podemos sacar algo"

— Carlos Viver, seleccionador femenino de balonmano

En este sentido, las portadas y las grandes audiencias ya no son solo cosa de las futbolistas. Málaga entera se volcó con la EHF European Cup de sus ‘panteras’ del balonmano, Eibar lo ha hecho con las jugadoras de Rugby y todo el mundo sabe que el Avenida Perfumerías de Baloncesto se quedó a las puertas de la gloria europea.

Patricia García, jugadora de la selección de rugby, afirma que “ha llegado el momento definitivo para el deporte femenino”. “Llevamos muchos años hablando de mujeres deportistas y eso está calando en la sociedad. Es tiempo de hablar de deporte en general, de deporte sin género”.

Y en ese aspecto más que el qué es importante el cómo. De la misma forma que las futbolistas azulgranas reivindican un estilo propio en el terreno de juego, el deporte exige también unas formas concretas para llegar a la masa. Importa el cómo se vende el producto y la manera en la que se comunican las protagonistas.

"Ha llegado el momento definitivo para el deporte femenino. Está calando en la sociedad"

— Patricia García, jugadora internacional de rugby

Alba Adá-Lameiras , doctora en comunicación, deporte y género lo tiene claro. “Si pones un partido aislado de la temporada un viernes a las 6 de la tarde cuando la gente está trabajando o cuando las jugadoras que podrían ver ese partido están entrenando no vas a tener audiencia. Pero si cuidas el producto como se ha hecho con el deporte masculino, las cosas cambian”.

También cambian con el mensaje. “A las mujeres se nos ha inculcado socialmente que tenemos que visibilizarnos antes como mujeres que como deportistas, algo que no sucedía con los hombres, de los cuales interesaba su vida deportiva por encima de la personal. Y eso es algo que ha cambiado este Barça. Las jugadoras se comunican como futbolistas y la sociedad las ve como tal.”

El Palau, campeón de Europa femenino de hockey sobre patines.

El Palau femenino, campeón de Europa de hockey. / RICARD CUGAT

La gente las conoce y quiere saber de ellas. “Hasta ahora solo se sabía que el Barça tenía un equipo femenino que era bueno. Ahora la gente sabe sus nombres, son personajes conocidos”, recuerda Corbella. Y en personalización está la clave del éxito. Porque uno se interesa por los éxitos de lo conocido y hasta ahora ellas eran invisibles para la sociedad. Ya no. Un estudio realizado en 2018 por Nielsen en los ocho países más activos en el ámbito del deporte, entre los que se encuentra España, puso de manifiesto que el 66% del total de la población estaba interesada en al menos un deporte femenino. Porque ganan pero, sobre todo, porque las conocen. Y el cambio radica en los jóvenes.

“Ahora la gente conoce los nombres de las jugadoras, son personajes conocidos, y eso es clave"

— Joan Maria Corbella, profesor de comunicación de la Universitat Pompeu Fabra

Si España ha pasado del “no es fútbol ni es femenino” a demandar más del Barça de Hermoso y Putellas no es solo por los éxitos. Es, porque cada vez más son las mujeres que crecen sabiendo que pueden ser deportistas. Sabiendo que pueden tomar el poder del balón en el recreo y que eso no les quita feminidad.

“Cada vez que se rompe el techo deportivo es más sencillo que se generen referentes y que haya más niñas que quieran ser como sus ídolos femeninos. La cuestión es mantenerlo en el tiempo y normalizarlo. Así, lo que ahora es extraordinario se acaba convirtiendo en costumbre y la gente quiere convivir con ello. Los primeros éxitos son los más difíciles.” asevera Viver. Alba añade: “La base está en la educación, en que los primeros estímulos sean en igualdad”.

Por eso, más que el presente y la puerta que ha abierto el Barça femenino en cuanto a la mediatización, las esperanzas están puestas en el mañana. En toda una generación que ha visto que el deporte profesional también es para ellas. Que las mujeres también pueden conquistar el mundo con un balón.