El Lyon apremia al Barça por Depay

Volando viene (es un decir) Sergiño Dest para instalarse como lateral derecho del Barça y Ronald Koeman sigue esperando un delantero. Tiene ocho, pero el entrenador quiere uno más. Un “nueve fijo”, expresó con palabras el técnico holandés el domingo. Un especialista del área, en su manera de entender el fútbol, y en la que se ajustaría más Memphis Depay, el fichaje que ha pedido. El Olympique de Lyon ha fijado de plazo hasta el viernes para alcanzar un acuerdo.

Había marcado <strong>cuatro goles el Barça al Villarreal, </strong>pero eso no disimuló el problema. O la carencia, a ojos de Koeman. <strong>No quería a Suárez –tampoco lo quería la secretaría técnica</strong>- pero sí quiere un jugador que tenga ese perfil. Ninguno de los que está en la plantilla se acerca a su ideal. Acaso Martin Braithwaite sea lo más parecido, pero el futbolista danés, fichado con urgencia en febrero, no se ha erigido en una alternativa válida. Y ahora está lesionado.

Ocho por fuera, ninguno por dentro

Los demás delanteros no responden al prototipo del delantero centro de toda la vida. Al rematador. “Hay que dar profundidad por las bandas y hay que tener más posibilidades, como encontrar a la posición del nueve”, analizó Koeman, tratando de explicar que cuenta con muchos jugadores para jugar por fuera (Messi, Trincao, Pedri, Coutinho, Dembélé, Griezmann y Ansu Fati) y ninguno (quizá Braithwaithe) dentro del área. Dembélé, Pedri, Braithwaite y Fati fueron 4 de los 13 jugadores que se han entrenado este martes.

Probó Koeman un día con Griezmann, y a partir del segundo ya instaló ahí a Leo Messi, resolutivo y goleador como nadie en el equipo. El capitán del Barça, a diferencia del nueve típico, no necesita a nadie que le dé balones para rematar. Se los procura él. Y, además, ese lugar le permite ahorrarse el desgaste defensivo que reclama el entrenador para presionar arriba.

El gasto en fichajes pasará de los cien millones con la llegada de Dest, lo mismo que se ha recibido en ventas

Lautaro Martínez ha sido el principal objetivo del Barça durante mesescesita Koeman. Sin embargo, el entrenador se inclina más por Depay, el delantero holandés del Lyon, que por el atacante argentino del Inter de Milán. También, seguramente, porque intuye que el precio que reclama el cuadro italiano lo convierte en prohibitivo. Koeman está informado de que la situación económica del Barça es “muy, muy complicada”.

Balance negativo

“Para nosotros, la fecha límite para fichar jugadores será el viernes. Los jugadores que no se hayan ido, no se irán”, aseguró Jean Michel Aulas, el presidente del Lyon, que cerrará las puertas tres días antes del final del mercado, establecido para el lunes 5 de octubre.

El United llama a  Dembélé, pero éste quiere seguir pese a que el Barça necesita hacer caja

El balance de las cuentas es pésimo, agravado por la crisis del covid-19. Sin dinero y sin perspectivas de ingresos, el Barça solo podrá invertir si ahorra gastos. Aún no lo ha conseguido del todo. Ha ingresado más de cien millones (72 por Arthur, 30 por Semedo, 1,5 por Rakitic, 2,5 por Cuenca, y solo variables por Vidal y Suárez) y ha gastado otros cien con Pjanic (60), Trincao (23) y Pedri (5), más los 20 que destinará a Dest, a los que se podría añadir los 4,5 por Gustavo Maia y los 7 de Matheus Fernandes, que son jugadores del filial. El ahorro de fichas es más significativo, aunque Pjanic cobrará más que Arthur y la de Suárez de esta campaña, parcialmente, corre a cargo del Barça.

Vender para comprar

El nueve que espera Koeman no llegará hasta que haya dinero para gastar mediante algún traspaso. Ni el defensa central (Eric Garcia) ni el centrocampista (Georginio Wijnaldum). Siguen en el mercado varios futbolistas que todavía están en el escaparate. El primero es Samuel Umtiti, <strong>el único que queda de los cuatro de los que el club quería desprenderse (Rakitic, Vidal y Suarez ya se han ido)</strong> antes de que llegara Koeman, pero está lesionado, no hay un plazo previsto de recuperación, lleva tiempo inactivo y disfruta de una ficha altísima.

El más cotizado sería Ousmane Dembélé. El Manchester United llamó al delantero francés, pero éste quiere seguir en el Barça. Pese a que podría ser una operación ventajosa para el club azulgrana, que necesita liquidez. El diario As informó que el United podría pagar de 50 a 60 millones. A Dembélé, por quien se han pagado ya 130 millones (eran 105 más 40 en variables) le quedan dos años de contrato.

Figuran entre los prescindibles Rafinha, aún tasado en 16 millones, y Jean-Clair Todibo, cuyo precio de salida supera los 20 millones. Carles Aleñá tiene dorsal, pero no tiene el puesto garantizado. Igual que Braithwaite, cuyo rendimiento  (11 partidos, un gol, al Mallorca, en el 0-4 tras la reanudación) no le blinda en el área del Barça.