VERBENA EN EL CAMP NOU

Leo cumple los 33 con alivio

Messi y Rakitic se abrazan tras el gol del centrocampista croata que significó la victoria.

Messi y Rakitic se abrazan tras el gol del centrocampista croata que significó la victoria. / periodico

Joan Domènech

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Nunca antes había celebrado su aniversario en Barcelona y menos en el Camp Nou. El 24 de junio, hoy, es tiempo de vacaciones, de Copa América o de Mundial, pero nunca hasta ahora lo había sido de Liga. Muchas cosas, algunas buenas, se precipitan en un 2020 inolvidable para los humanos por la pandemia del coronavirus.

Un Camp Nou silencioso acogió por primera vez la singular -y estropeada por Javier Tebas - revetlla de Sant Joan, donde Messi empezó a festejar, pasada la medianoche, los 33 años. Una edad simbólica del cristianismo, no para el barcelonismo. Lionel entra en la fase crepuscular de su carrera sin indicios de que vaya a ser crucificado. No, al menos, en un tiempo inmediato. Al contrario. Es el mesías del Barça. Sí es verdad que arrastra una cruz: arrastra un equipo, un club, que depende de sus acciones. De sus goles. De sus milagros, que lleva unos cuantos.

Fiesta aplazada

Debía oficiar otro ante el Athletic, ante unos invitados que el azar introdujo en su fiesta que terminó bien. Con alivio. Sin vasos rotos, pero sin borracheras. Solo hubo música al principio, en el calentamiento, en una de las pocas similitudes con lo que sería un Barça-Athletic convencional. La fiesta de los 700 goles queda aplazada hasta otro día.

"¡Dámela!", "cierra por dentro", "¡portero!» "más rápido ahí", "queda, queda" y todas las instrucciones que puedan darse en un partido se escuchaban en el sobrecogedor Camp Nou. Igual que los petardos que sonaban procedentes desde fuera y que recordaban constantemente que había mucha gente de fiesta. Una traca tras el gol de Rakitic hizo saber al equipo que no estaban del todo solos.

Dentro había faena. Y mucha, Ante un rival que les había ganado las dos veces por 1-0: en la primera jornada de Liga, con aquel golazo de Aritz Aduriz -el Barça le obsequió ayer por su retirada- en el minuto 89 y en la eliminación de la Copa con uno de Iñaki Williams en el 92.

Setién estrena ataque

Ninguna de las dos veces, sin que sirva de excusa, el Barça jugó con su delantera titular. Setién estrenaba ayer la tripleta estelar que debían formar Messi, Suárez y Griezmann. Ernesto Valverde solo pudo utilizarla 13 de los 26 partidos que dirigió antes de ser despedido.

Pero el más cotizado del equipo, Messi aparte, impagable, es Arthur Melo (23 años), por quien <strong>la Juventus está dispuesta a pagar 80 millones de euros</strong>, según informó Sky Sports News. Claro que el Barça debería pagar una cantidad parecida por Miralem Pjanic (30 años) a la Juve, con lo que ambas entidades pactarían el intercambio revestido  de una doble operación contable que para aliviar las cuentas económicas.

Con actuaciones como la última, el precio de Arthur bajará volando. Griezmann tampoco vale lo que se pagó por él. Entró Ansu Fati por él y en 13 segundos rozó el gol.