Ter Stegen y Arthur están en el mercado

Avanza el tiempo sin que avance la temporada, pero los clubs no pueden estar totalmente parados. Igual que los futbolistas se entrenan en casa para un todavía imprevisible retorno, los ejecutivos han de perfilar las futuras plantillas de la próxima temporada. Aunque no sepan con cuánto dinero.

El Barça no es ajeno a esta situación. Trata de prepararse y de vislumbrar el futuro sin zafarse  de la incertidumbre ante los nuevos y desconocidos tiempos que se avecinan. El panorama ha colocado a dos de sus jugadores importantes en el mercado por muy distintas razones.

Parado por la crisis

Lo está Marc André ter Stegen porque su renovación se ha aplazado. Las conversaciones para ampliar su contrato, que vence en el 2022, y mejorarle la ficha, que había quedado desfasada respecto a otros compañeros, se han paralizado, según informaba el diario Sport. Por el coronavirus, en el fondo. Por la crisis económica que anuncia y las severas restricciones que implantará en el fútbol.

La renovación de Ter Stegen, de 27 años, pasaba a ser un operación de envergadura por cuanto el aumento de ficha que requería su continuidad eleva aún más el tope salarial permitido por la UEFA.

El meta alemán es de los futbolistas más cotizados del mercado, a la par que uno de los más valiosos de la plantilla donde desempeña un papel capital. El Barça no quiere desprenderse de Ter Stegen bajo ningún concepto, pero teme que la paralización de la renovación, impuesta por el club, alimente el interés de los grandes europeos por un portero único.

Especie escasa

También es un futbolista cotizado Arthur Melo, una especie escasa de centrocampista. Y cotizada, por tanto. El interior brasileño cumple la segunda campaña en el Barça. Su rendimiento, ateniendo a su edad (23 años) es satisfactorio. Pero la frecuencia de las lesiones musculares que le apartan del ritmo habitual tiene con la mosca tras la oreja al club.

Arthur es un elemento cotizado, sobre todo en Italia, y el Barça le contempla como una pieza para abaratar algún fichaje (un delantero como Lautaro, del Inter) si no hay suficientes euros en la caja o como moneda de cambio con otro tipo de centrocampista.