Cincuenta faltas de Leo

Messi, en el momento de ejecutar la falta que batió a Masip (Valladolid).

Messi, en el momento de ejecutar la falta que batió a Masip (Valladolid). / periodico

Joan Domènech

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Messi ya ha vuelto. El Messi de un nivel superior, el que marca diferencias, el que decide partidos en una sola acción. Aquel que hace jugadas impensables, el tipo que va caminando en solitario hacia la eternidad. El futbolista que es capaz de marcar en cuatro partidos consecutivos con la misma naturalidad de un espectador comiendo pipas. Se diría que con tanta destreza para romper la cáscara sin mirar.

Pero Messi mira la portería, por supuesto. La mira mucho cuando se dispone a ejecutar una falta en un ritual en el que va procesando distancia y colocación, indiferente a que un defensa se tire al suelo por detrás de la barrera o que otro vaya corriendo a cubrir la escuadra.

"Messi es de otro planeta. Con la calidad que tiene y cuando está así, el equipo tiene mucho más ánimo"

Arturo Vidal

— Centrocampista del Barça

Ninguno de los dos antídotos es infalible. Ninguno de los dos se acordó de emplear el Valladolid. Messi miró la pelota (blanca, otra vez, desechada la rosa que había diseñado Puma), miró a Masip y miró la portería. A continuación vio que se movía la red, señal inequívoca  de que el proceso había terminado en gol. Como tantas veces había sucedido en los entrenamientos de Sant Joan Despí.

Números efímeros

Cincuenta goles de falta suma ya Leo como profesional (44 con el Barça y 6 con Argentina), (44 con el Barça y 6 con Argentinaen otra cifra redonda que será efímera. Como el gol 600. ¿Se acuerdan? Fue ante el Liverpool el pasado 1 de mayo en el Camp Nou. Con la falta número 48. La 49 fue ante el Sevilla, el 2 de octubre. Era apenas el segundo partido completo que jugaba Messi tras unos inicios condicionados por la lesión en el sóleo, con recaída, y otra en el aductor. "De a poquito iré alcanzado la forma", decía Messi cuando enfilaba el camino de retorno y pudo disputar tres partidos incompletos que testearon que se hubiera recuperado por completo.

"Han salido maravillas del pie de Leo. No se puede decir nada más que aplaudirle y disfrutar de él"

Michel

— Defensa del Valladolid

Marcó ante el Sevilla. Marcó en Eibar. Marcó en Praga. Y marcó ante el Valladolid. El Madrid se ha librado, con el aplazamiento del sábado forzado por su fan Javier Tebas, de salir en el listado de víctimas de octubre. Habría salido castigado de alguna manera. Con los dos goles de Messi (dos), o con las dos asistencias, a Vidal (tercer gol en nueve partidos, los mismos que en 53 partidos en la pasada campaña) y a Suárez. Incluso Ansu Fati disfrutó del pase definitivo de su protector Leo.

"Juego diferente que los demás del centro del campo y tengo el físico que me permite llegar a las dos áreas", explicó Arturo Vidal, feliz con su gol, cansado por sus primeros 90 minutos completos y admirador confeso de Messi: "Es de otro planeta. Con la calidad que tiene, y cuando está así, el equipo lo siente y tiene mucho más ánimo". Michel, uno de los cinco defensas del Valladolid, también estaba rendido al capitán del Barça. "Han salido maravillas del pie de Leo. No se puede decir nada más que aplaudirle y disfrutar de él", dijo.

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