CRISIS EN EL BARÇA

Pep Segura sigue como director deportivo tras reunirse con Bartomeu... de momento

El mánager deportivo traslada al presidente que se siente fuerte para continuar en medio de un clima de tensión

Pep Segura, en una imagen en las oficinas del Barça.

Pep Segura, en una imagen en las oficinas del Barça. / periodico

Marcos López

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De momento, sigue. De momento, Pep Segura continúa siendo el manáger deportivo del club, un cargo que fue creado especialmente para él hace justamente ahora dos años. Pero la tormenta que se vive en el Barça no permite garantizar la continuidad del arquitecto de la política deportiva.

La dimisión por sorpresa de Jordi Mestre, el vicepresidente de esa área, una de las pocas personas que defendía su trabajo, ha dejado al ejecutivo en una delicada posición, sentado como está en una verdadera silla eléctrica. Esta tarde, tras una reunión a solas en las oficinas del Camp Nou entre Bartomeu y Segura, se acordó que este continúe.

De momento. El presidente evaluará la situación en los próximos días, por lo que su permanencia en el cargo no está, ni mucho menos, cerrada. Aún pueden pasar cosas en un futuro próximo.

Distintos precedentes

Es una silla en la que no se dura mucho. Hubo un tiempo en que los ejecutivos estaban años y años diseñando el rumbo deportivo del club. Txiki Begiristain, por ejemplo, permaneció siete temporadas en el Camp Nou de la mano de LaportaZubizarreta, con Sandro Rosell, aguantó tres años y medio. Con Bartomeu, en cambio, solo estuvo uno, despedido de malas maneras tras la crisis de Anoeta.

Al dirigente le abandonan los vicepresidentes (Monje, Vilarrubí, Arroyo Mestre, cuatro se han ido en menos de tres años) y quema directores deportivos -lleva tres en su mandato y podría darse el cuarto si finalmente se rompe el fino hilo que mantiene en el cargo a Segura-, mientras los técnicos se le van por voluntad propia. Así ocurrió en su día con Tata Martino, que se marchó antes de ser despedido. Y Luis Enrique dio por concluido su ciclo de tres años, agotado y sin energía.

Se ve con fuerza

La dimisión de Mestre, que era el directivo encargado de presentar este viernes a De Jong en el Camp Nou, provocó horas de enorme tensión en las oficinas del club. Por inesperada, nadie imaginaba que uno de los mejores amigos de Bartomeu se fuera ahora en pleno mercado de fichajes, y porque alteraba la estabilidad de la junta sobre el proyecto deportivo. De repente, la figura de Segura, muy criticado por un sector de la directiva, era más vulnerable que nunca.

De ahí que el ejecutivo hablara de forma urgente con Bartomeu para desencallar el tumultuoso momento que sacude al Barça. El encuentro tuvo lugar en las oficinas del club. Segura trasladó al presidente que se siente con fuerza para continuar en el cargo, a pesar de las dudas que ha detectado.

Y el dirigente no toma, por ahora, decisión alguna sobre el manáger deportivo, consciente como es de que encadenar la dimisión de Mestre y el despido / dimisión de Segura en menos de 24 horas dañaría su imagen, al tiempo que estropearía también la puesta en escena de Frenkie de Jong, uno de los ilusionantes pilares de la reconstrucción del Barça.

Dos en uno

Quizá lo que realmente esperaba Bartomeu es que Segura le presentara la dimisión, algo que no sucedió en esa reunión. El presidente, entretanto, se toma unos días de reflexión, enfrascado como anda también en una profunda revolución interna del club, que afectará también a las categorías inferiores con especial atención a la política formativa en La Masia, pendiente aún de quienes serán los entrenadores de la próxima temporada.

No sería en todo caso la primera vez que Bartomeu cambia de director deportivo en verano. Ya lo hizo, precisamente, con Segura en el 2017, que fue colocado por encima de Robert en el organigrama. En la junta, no habrá fichajes de momento para tapar el hueco que deja Mestre. Ahora, Bartomeu asume dos cargos: presidente y vicepresidente deportivo, fórmula que usó en su día en el área económica tras la renuncia de Monje y la institucional con la dimisión de Vilarrubí. Pero todo es provisional.