EL ATHLETIC 2019

Berizzo en el laberinto vasco

El técnico combate las ansias bilbaínas por definir un sistema de juego bajo la alargada sombra del maestro Bielsa

zentauroepp43236080 garcia180928113510

zentauroepp43236080 garcia180928113510 / JAVIER ZORRILLA

Igor Santamaría

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Tire, que es un club de puta madre”. En una de las charlas telefónicas que mantuvo Josu Urrutia con Marcelo Bielsa en 2011 para que el rosarino aceptara adherirse a su candidatura a la presidencia del Athletic, el 'Loco' le confesó que le había pedido consejo a Eduardo Berizzo. Y esa fue la respuesta que le dio el 'Toto', quien solo conocía al Athletic por haber jugado en su contra como futbolista del Celta.

Siete años después, fue el pupilo quien le solicitó consejo al maestro. “La misma opinión que yo le di es que la he recibido de él”, confesó el actual entrenador rojiblanco, que trata de implantar una metodología 2.0 que aún desprende mas dudas que aciertos y que no acaba de convencer a la grada de San Mamés pese al hartazgo con que acabó durante el periplo corto del Cuco Ziganda. De momento, los reproches al aire del público se los lleva el presidente.

La contundente derrota ante el Villarreal (0-3) borró de un plumazo las buenas impresiones ofrecidas ante Real Madrid y Betis, aunque ningún partido acabó redondeado con triunfo. Después de la marcha de Kepa Arrizabalaga al Chelsea, una de las buenas noticias ha llegado de su relevo bajo palos, Unai Simón, que suma una colección extensa de grandes intervenciones.

A la parroquia de La Catedral le gusta ver a su equipo aguerrido, valiente y con ambiciones ofensivas, aunque arriba, huérfanos de Aduriz, falta el gol que Williams es incapaz de encontrar. La hinchada abraza momentos como la media hora en que se maniató al Betis en el Villamarín con un 0-2 gracias a una presión asfixiante y la enorme labor de Raúl García en la zona de definición. Pero a las primeras de cambio, cualquier desliz, como aquella expulsión de Susaeta, derriba el castillo de naipes. La victoria ante el Leganés y el empate frente al Huesca completan una andadura que destila interrogantes.

La etiqueta de heredero de Bielsa

Hay un par de cosas que todavía no tiene claras el de Cruz Alta: el tercer hombre que acompañe a Dani García e Iker Muniain en medio campo y la ubicación definitiva de Raúl García en el 1-4-3-3 que suele utilizar. Quizás a Berizzo le pesa más que le ayuda la etiqueta de ser el heredero de Bielsa. La querencia a defender resultados en cuanto las cosas se tuercen le sitúan en una órbita de un perfil radicalmente contrario al gurú argentino.

La propuesta física, la presión y las persecuciones por todo el campo en marcas individuales son anecdóticas en cuanto una lesión, una expulsión o un error desmontan el tinglado. Llegó con un catálogo de protagonismo con el balón, osadía, desparpajo y frescura pero se le discute si echa al equipo atrás. La apuesta por el físico para arrollar al contrario conlleva un máximo riesgo y que el equipo acabe como los toreros: saliendo por la puerta grande o en la enfermería. Cuando al equipo le entra el pánico exhibe un fútbol tan endeble que se aleja de lo que su entrenador predica. Para emular a Marcelo, a Berizzo le tocará aún, como la mujer del César, ser y parecerlo.

Decía Berizzo que los números no lo explican todo. Le toca construir un proyecto, una idea de juego, partiendo de cero y eso siempre requiere tiempo y trabajo, y ni aún así está garantizado el éxito. Lo mejor hasta ahora es la implicación de los jugadores en el nuevo estilo. Pero las nuevas ideas necesitan puntos para subsistir.

En estas semanas sí se ha constatado que no tiene elegidos y que hasta los más habituales en otras épocas como Beñat o Mikel Rico pasan ratos a su lado en el banquillo o ven los partidos desde el palco. Juegan los que mejor están se llamen como se llamen o tengan el historial que tengan. Sorprende, eso sí, que prescinda de uno de los mejores futbolistas del curso pasado, Unai Núñez, quizás porque el míster da valor a sacar el balón con criterio, asignatura pendiente de este jugador potente en el juego aéreo y donde le superan otros como Iñigo Martínez.

Pero el mayor hándicap será dar con quien perfore la red contraria, ya que algunos partidos se han ido por el desfiladero por no saber rematarlos. El 'Bielsismo' se demostrará andando. O mejor dicho, veloces como leones.