PROBLEMAS CON EL CAPITÁN

El "no" de Iniesta

El capitán desmiente el "principio de acuerdo" que había anunciado Bartomeu sobre su renovación

Iniesta, con el trofeo Joan Gamper

Iniesta, con el trofeo Joan Gamper / periodico

Marcos López / Barcelona

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Una palabra. Una sola palabra. Y de apenas dos letras. Pero en la voz de Andrés Iniesta, tipo silencioso por naturaleza, sonó con el estruendo de un terremoto, cuya onda sísmica sacudió las estructuras del Barça de arriba a abajo. Volvía él de Liechtenstein tras jugar los 90 minutos con la selección española (acabó siendo el capitán) cuando en el aeropuerto de Barcelona le perseguían los periodistas para saber si lo que había dicho el presidente Josep Maria Bartomeu ("hay un principio de acuerdo para la renovación de Andrés") era cierto. "No", respondió el también capitán azulgrana mientras se subía al coche, camino de casa, consciente de la fuerza de su voz.

Un simple monosílabo que desató otro incendio en un club con permanente olor a quemado este verano tras la inesperada marcha de Neymar ("nos creímos demasiado a él y a su padre", confesó en tono de autocrítica Bartomeu), la desconcertante y confusa planificación deportiva y las distintas versiones sobre la foto y la firma de Messi que no se ve.

Llegó Iniesta de su periplo con La Roja, feliz por verse rodeado en el césped de centrocampistas como siempre había estado en el Camp Nou, cuando tuvo que hablar. En realidad, no habló pero dos letras fueron más que suficientes para agitar al Barça, al comprobar, por si alguien no lo sabía aún, que su capitán tampoco ha renovado.

Messi aún no posa con Bartomeu en la deseada foto de la renovación y el capitán ni tiene acuerdo

Messi no posa con Bartomeu ("ya ha firmado y la foto será en breve") rubricando el nuevo acuerdo alcanzado hasta el 2021, elevándose y no sustancialmente su cláusula de rescisión: pasará de los 250 millones de euros actuales a 300.

Meses de espera

Pero, al menos, el club tiene tres documentos firmados de la familia Messi (dos por su padre y uno por su hermano y el presidente de la fundación de la estrella). En el caso de Andrés, nada. Ni existe "principio de acuerdo" ni rúbrica alguna. Mientras se acerca el final de su vinculación contractual (acaba el 30 de junio del 2018), pocas novedades se han registrado.

Acaba contrato el próximo 30 de junio, pero a partir de enero puede negociar libremente con quien quiera

En marzo pasado, el capitán ya dejó claras sus intenciones, mientras aguardaba que la junta, o Bartomeu, se pusiera en marcha con su carpeta,Bartomeu arrinconada ante algunas más urgentes. "Nunca estaré aquí por estar, eso está más que claro", advirtió a todos. Pero ese mensaje no llegó a las oficinas del club, que tenía otras preocupaciones. O no se dieron por aludidos.

Luego, el caótico verano, con la salida de Neymar, los fichajes que no llegaron y las tradicionales filtraciones de que todo iba bien en la renovación de Iniesta. Tan bien, según el presidente, que confesó el pasado martes al diario Mundo Deportivo que había "un principio de acuerdo". En el diario Sport, en cambio, Bartomeu no fue tan contundente aportando, también el mismo martes, otra versión: "¿La renovación de Andrés? Está en fase. Tiene contrato en vigor. Andrés debe retirarse en el Barça".

Sin cláusulas

A sus 33 años, siendo como es el jugador más veterano de la plantilla (inicia su décimosexta temporada en el Camp Nou), ha podido irse cuando ha querido. Y a donde quisiera. Pero nunca quiso. Hasta ahí coincide con Messi. Los últimos mohicanos de una manera de entender el juego. Ambos, más unidos de lo que parece dentro y fuera del vestuario, continúan sin sellar su continuidad, por mucho que el club planee "un contrato único", según algunas fuentes, para el capitán.

La junta le ofrece un contrato indefinido para que él decida, año a año, su continuidad

Único porque tendría un carácter indefinido eliminando así las cláusulas que le garantizaban seguir "año a año a partir del 2018 en función de los minutos jugados y del rendimiento", según explicó Sandro Rosell hace casi cuatro años (diciembre del 2013) cuando Iniesta firmó su último contrato. Desde entonces, no hubo más renovaciones. Ni más firmas. Hasta el escueto "no" de Andrés.