El cambio es Luis Enrique

"Habrá cambios profundos, profundos". Josep Maria Bartomeu, el presidente del Barcelona, anunció una profunda remodelación en el Barça tras empatar en el Camp Nou ante el Atlético y ceder la Liga a los rojiblancos (1-1). Minutos después apareció Gerardo Martino, el técnico azulgrana, para comunicar que, "de mutuo acuerdo" con la directiva, abandonaba el banquillo. Se va Tata, el primer gran cambio profundo. Y en los próximos días llegará Luis Enrique, el segundo cambio profundo.

Al todavía entrenador del Celta, aunque ya anunció el viernes su salida de Balaídos, le corresponderá ahora pilotar la transición del Barça guiado además por Andoni Zubizarreta, el director deportivo azulgrana. Sin Tata, ya de vuelta para Argentina, y con Luis Enrique, el equipo se enfrenta a una profunda remodelación de la plantilla simbolizada por la marcha anunciada hace meses de Carles Puyol y Víctor Valdés, dos de los capitanes de su época más gloriosa.

Rejuvenecer al equipo

El club, que podría hacer público el fichaje del técnico asturiano esta misma semana, sabe que tiene que hacer "cambios profundos" en la plantilla. Habrá numerosas bajas y abrirá la puerta a nuevo fichajes que permitan rejuvenecer al equipo y, sobre todo, inyecten ilusión y competencia al grupo.

Bartomeu confía en 'Zubi' para ese cambio. Y Zubi confía en Luis Enrique para agitar a un Barcelona que despide la temporada con la Supercopa de España que ganó el pasado mes de agosto, preocupado por el estado de Leo Messi, que ha vivido su peor curso; inquieto porque Neymar no ha conectado con el argentino ni con el juego del equipo, y consciente, además, de que tiene que reforzar el grupo desde la portería a la delantera.  Marc-André ter Stegen, el meta alemán de 22 años, será el primer refuerzo. Pero habrá más, entre ellos el retorno del cedido Rafinha, que ha completado una gran temporada, precisamente en el Celta de Luis Enrique.