El Barça lucha hoy contra el dolor y el Villarreal

Martino recupera al sancionado Busquets pero vuelve a perder a Puyol, con molestias otra vez en la rodilla, en una cita para mantener opciones de cara a la Liga

La plantilla se recoge ante una enorme foto de Tito, ayer en el Camp Nou.

La plantilla se recoge ante una enorme foto de Tito, ayer en el Camp Nou.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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Arrastrando consigo el dolor se presentará hoy el Barça en Vila-real en uno de los partidos más difíciles de la Liga por las connotaciones que encierra. Acostumbrada a soportar todo tipo de disgustos y desgracias (el tumor y el trasplante de Abidal, el cáncer y la primera recaída de Tito, la pérdida del segundo hijo de Iniesta, el padre de Martino), la plantilla saltará al césped de El Madrigal con el recuerdo de la pérdida de quien fue su entrenador hasta el pasado mes de julio, cuanto tuvo que renunciar al cargo para someterse a otro tratamiento.

Contra esa inmensa tristeza y contra el Villarreal peleará el Barça esta noche ante una de las revelaciones de la Liga para dificultar aún más el compromiso del trance sufrido. El duro ejercicio de tener que conjugar el sentimiento, traspuesto, decaído, con la profesionalidad debida, con el fútbol, la competición, empezó ayer. Antes del último entrenamiento, cuando todo el vestuario se  reunió en el Camp Nou para acudir en masa a expresar su pesar por el fallecimiento de Tito. A las 9 de la mañana, cuando decenas de aficionados esperaban en las puertas del estadio, la plantilla, el cuerpo técnico, los auxiliares y la directiva estrenaron los libros de condolencias.

«PUTA VIDA» / «Gràcies per tot el que ens has ensenyat al camp de futbol i a la vida», escribió Víctor Valdés, renqueante con muletas y una rodilla ortopédica por encima del pantalón. Cesc Fàbregas volvió a ser uno de los smás expresivos de la plantilla, como el día, anterior. En su texto, se lamentaba de los disgustos que da la «puta vida» y se despedía literariamente de quien fue su entrenador en el cadete, y de su entrenador en el primer equipo, confesando que a él le abandonaba «un heroi».

Se trata, ni más ni menos que de «un momento durísimo», como verbalizó Carles Puyol, el capitán. Uno más, aunque nunca habían imaginado que vivirían una experiencia de este calibre. «Han sido dos años y medio de lucha y Tito ha sido un ejemplo para todos hasta el último día, siempre con buena cara, siempre con fuerza, siempre animándonos a luchar por las cosas importantes de la vida», contó Puyol.

«UN EJEMPLO DE PERSEVERANCIA» / Puyol también es un ejemplo de lucha. Con menos tiempo, y una dolencia mucho menor, el capitán del Barça sigue batallando por volver a jugar. La rodilla derecha se lo impide. Las molestias volvieron a reproducirse y quedó otra vez fuera de la lista de convocados. También Piqué, y Valdés, y Jordi Alba y Neymar. Sergi Gómez, el central del Barça B, regresó al filial y Gerardo Martino pudo recuperar a Sergio Busquets, sancionado en la última jornada.

También de ejemplos habló Tata, aludiendo a su antecesor. «Fuistes, sos y serás un ejemplo de lucha y perseverancia», escribió en el libro de condolencias el entrenador argentino. Acompañado de todo el cuerpo técnico y auxiliar, junto con la plantilla y la directiva, acudieron a mostrar sus respetos. Entre ellos se encontraban los amigos más íntimos de Tito en el club, como Jordi Roura, Aureli Altimira y Jaume Torres, y todos los antiguos integrantes del staff del año pasado.

OJOS ENROJECIDOS / Siguiendo un protocolo propio, el presidente Josep Maria Bartomeu y el vicepresidente deportivo Jordi Mestre encabezaban la comitiva, seguidos por los cuatro capitanes y el resto de la plantilla. Firmaron en los libros y se plantaron un par de minutos ante una gigantesca foto de Tito, custodiada por sendos centros de rosas rojas en una simbólica imagen de recogimiento. Iniesta lucía americana oscura, como Alves, o como Song, aunque el camerunés completaba su atuendo con unos tejanos roídos y unas chanclas. Ojos enrojecidos en algunos, cuando no lágrimas. Era el caso de Andoni Zubizarreta, recordando a quien fue su primera apuesta como entrenador para elegir al sustituto de Guardiola.

«Tito ha sido el mejor de la historia después de Pep», dijo una aficionada, mientras esperaba a que les dejaran entrar después de los futbolistas. Hoy volverán a recibir más golpes. Pero sobre el césped. Donde tiene que ser.