EL ÉXITO DEL BALONMANO AZULGRANA

El Barça se mete en la 'final four' con una remontada histórica

Las paradas de Sterbik, la garra de Karabatic y el aliento del Palau permiten levantar siete goles ante el Rhein-Neckar Lowën (31-24)

ROGER PASCUAL / Barcelona

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Veintinueve años después del 'fly' de Sagalés que dio al Barça su segunda Recopa, los azulgranas han vuelto a remontar siete goles en una elimintatoria europea. Como había vaticinado Xavi Pascual, en la vuelta de los cuartos de la Champions ante el Rhein-Neckar Lowën, ha llegado un punto en el que decidirían la garra y el aliento de la grada. Y a eso nadie gana a Karabatic y al Palau.

Entre el caos de la batalla, el mejor jugador del mundo emergió cual mariscal, conduciendo cada carga y tirándose al suelo para frenar las contras rivales. En una batalla con más hostias en las dos orillas que en toda la filmografía de Stallone, donde en cada acción terminaban cuatro jugadores por el suelo, las paradas de Sterbik, la garra de Karabatic y el aliento del Palau llevaron al Barça a la final four de Colonia gracias al valor doble de los goles fuera de casa (31-24).

Emotivo minuto de silencio

Antes de la ida de los cuartos de la Champions el Barça lanzó una campaña bautizada como La Crida. Era un llamamiento para que la afición llenara el Palau en la vuelta ante el Rhein-Neckar Lowën. Nadie podía imaginar entonces que el Barça, que solo había perdido un partido en toda la temporada hasta entonces, tendría que remontar siete goles (38-31), una desventaja que jamás había levantado en la máxima competición continental. El Palau respondió al llamamiento de su equipo e intimidó a los leones de Mannheim con sus rugidos constantes, que solo se interrumpieron por el emotivo minuto de silencio en memoria de Tito Vilanova.

La defensa azulgrana se mostró mucho más atenta que en la ida, especialmente en el repliegue. Gensheimer, que marcó 14 goles en Mannheim (10 en la primera mitad), solo logró 2 en el Palau. A los 20 minutos Pascual pidió tiempo muerto. La gran defensa y el estado de forma sensacional de Sterbik mantenían un marcador, pero el Barça seguía necesitando siete tantos (8-8). Y con 9-10 emergió la figura de leonidas Karabatic. Un ganador insaciable como él se negaba a darse por vencido. Dos zarpazos del irreductible galo despertaron al ataque azulgrana, ante una defensa rival que empezaba a pagar el esfuerzo de haber defendido al límite.

Sin tácticas

El Barça se marchó al descanso con cuatro goles de renta gracias a las paradas de Sterbik, la garra de Karabatic y un tanto de Juanín sobre la bocina. Un gol tan válido como el que logró Lazarov en Mannheim, aunque esta vez los árbitros no lo anularon.

Karabatic, que había logrado sus cuatro primeros goles en el tramo final de la primera parte, situaba la remontada a solo dos pasos a los 20 segundos de al reanudación (16-11).

Sin tácticas, con Pascual y todo el banquillo levantándose continuamente para animar a un público desvocado, con 22-16 el Barça tuvo balón para igualar la eliminadoria pero Rutenka falló el tiro. Al verse en el precipicio el león alemán despertó, y cogió aire con un parcial de 2-5. Pero quedaba aún un último arreón. El cambio defensivo al 4-1-1 cortocircuitó al rival. Un rebote de Rutenka volvía a poner la gesta a un paso (27-21). Sterbik, redondeando una noche colosal, paraba un penalti y dos goles de Victor Tomás volteaban la eliminatoria a tres minutos del final (29-21). Aunque el cuadro alemán tuvo tres segundos para intentar rememorar el vuelo de Sagalés, el Barça será el que vuele a Alemania para jugar la final four.