Mascherano: "Sería necio quejarme teniendo a Xavi, Iniesta y Busquets por delante"

En un equipo que tiene a los tres mejores jugadores del mundo (Messi, Iniesta y Xavi), reconocidos por la FIFA y por el fútbol, también está Javier Mascherano. El capitán de la selección argentina. El suplente de Sergio Busquets, el mediocentro defensivo de la selección campeona del mundo (España). El jugador que corrió como nadie para robarle la pelota a Bendtner, el gigantón delantero danés del Arsenal, y librar al Camp Nou de un desastre en la Champions. Apenas tres minutos para el final del partido y Mascherano corrió más que nadie para llegar a tiempo de evitar un gol y permitir al Barça continuar en Europa. Un tipo humilde, discreto. Diríase que de un perfil tan bajo que le encantaría pasar desapercibido, pero este martes, con esa extraordinaria acción defensiva, se ganó al Camp Nou y a todo el barcelonismo. Habrá un antes y un después de esa jugada.

Pero él no lo ve así. "Sigo diciendo que vine aquí con la mentalidad de aprender, de disfrutar cómo juega este equipo. Todos me han hecho sentir uno más, no como si fuera uno nuevo que llega aquí", dice Mascherano, que asume con disciplina prusiana su rol de suplente."Tengo muy claro el lugar que ocupo en este equipo, solo quiero hacerlo bien cuando juego y no desentonar".

“Uno es futbolista y cuando ve las cosas que hacen Andrés, Leo, Xavi o Sergio aún las valoras mucho más. Me encantaría hacerlas, pero mi función es otra. Para eso se nace. Es imposible entrenarlo. Puedes estar años y años, pero no lo consigues. O se lleva dentro o Dios te toca con una varita y te dice: 'Vos,sos el elegido'. No hay manera de aprender eso. Sería, por tanto, un necio de quejarme por no tener más minutos. Un necio y un tonto si tienes delante a Xavi, Iniesta o Busquets de titulares". Y Mascherano no es tonto ni necio. "Estar en un equipo así es una bendición, a mí las cosas me han costado mucho y poder compartir minutos con ellos es una bendición", subraya.