LOS PROBLEMAS ROJIBLANCOS

El laberinto de Quique

El técnico del Atlético aspira a romper la mala racha de su equipo en el Camp Nou

Quique Sánchez Flores.

Quique Sánchez Flores.

ANTONIO MERINO / Madrid

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La vida ha cambiado a orillas del Manzanares. El Atlético de los dos títulos europeos ha virado de nuevo hacia las rocas y amenaza con encallar. Sin embargo, su capitán, Quique, que hoy cumple 46 años, aspira a tapar la vía del agua nada menos que en el Camp Nou, donde los rojiblancos no ganan desde un día como hoy del 2006. Para repetir la gesta, el entrenador madrileño asegura que tiene perfectamente estudiado a este intratable Barcelona.

La tercera derrota consecutiva, la de domingo ante el Athletic, certificó el crítico estado de un equipo en caída libre y con muchos problemas en su mochila.«Hemos aceptado la crisis. Nuestras mentes están preparadas y tienen que resistir el dolor de la situación. Ahora hay que remar como bestias. No hay otra mentalidad que la de ir a ganar», decía ayer el entrenador del Atlético. No se sabe cómo encajó la frase Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del club, cuya relación con Quique es prácticamente nula. Tal es el desencuentro que ni siquiera se pusieron de acuerdo para ceder jugadores para un partido benéfico el pasado mes de diciembre.

Lejos de la Champions

En medio del oleaje, la pasada semana se recibieron ofertas casi por la mitad de la plantilla. A más de uno se le hizo la boca agua, pero dejar salir a los pesos pesados de un equipo cogido con alfileres podría haber desencadenado toda una revolución en la fiel hinchada rojiblanca. Aún así, los seguidores están preparados para despedir a final de temporada a Agüero, De Gea y Forlán, entre otros. Para el jugador uruguayo será la única manera de liberarse de su entrenador, con el que no mantiene comunicación alguna. El domingo, Quique volvió a señalarle al sustituirlo en el minuto 76, con 0-2 en el marcador.

Con la Champions a 11 puntos y el Sevilla amenazando la séptima plaza de los colchoneros, el conjunto rojiblanco necesita un golpe de efecto de esos que devuelven la autoestima de manera inmediata. Un gran partido en el feudo azulgrana calmaría los nervios de una entidad que vuelve a remar sin rumbo. Para llegar a ese destino soñado, se vuelve a apuntar a los de siempre. Agüero, que ha renovado esta semana, y Forlán, al que la parroquia rojiblanca apenas ha vuelto a gritar aquello de«uruguayo, uruguayo»desde la final de la Liga Europa, son los elegidos para cambiar el destino de un equipo que en los tres últimos encuentros en el Camp Nou ha recibido 14 goles. De ellos, 11 en las dos últimas visitas: 6-1 y 5-2.

Agüero lleva siete goles en 16 partidos, pero sus registros son especialmente brillantes cuando ha tenido enfrente a los azulgrana. Cinco goles en cuatro años le apuntan como una de las grandes esperanzas del Atlético.«Quien no piense en ganar, que no viaje», ha declarado el argentino. A su lado aparece Forlán. Con siete tantos en 19 partidos, presenta el mismo registro goleador ante el Barça. Todo eso mantiene firme a Quique en su convicción de que no es imposible ganar al Barcelona. No lo creen así las casas de apuestas, muy alejadas del optimismo del técnico.