Baloncesto

El título de la redención: el Barça barre al Madrid en la final

El equipo azulgrana, con una gran actuación colectiva y un soberbio Vesely, conquista el Wizink y firma el 3-0 definitivo en la pista blanca (82-93)

La celebración de Jasikevicius y Mirotic

El Barcelona celebra el título de la Liga Endesa.

El Barcelona celebra el título de la Liga Endesa. / Juanjo Martín / EFE

Luis Mendiola

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El Barça encontró la redención a la temporada donde menos podía esperarlo, en el Wizink Center, y cambió la percepción de un año que amenazaba ruina con un título de Liga, el vigésimo de la la historia, que sabe a gloria. El premio hace justicia a un equipo que ha ido de menos a más para mirarse con orgullo en el espejo, después del varapalo que supuso la derrota en la Euroliga. Cerró el equipo de Jasikevicius la final frente al Madrid con un triunfo indiscutible (82-93), no solo por sellarlo en territorio enemigo, sino por cerrar la serie con un rotundo 3-0 en un ejerció espléndido de autoridad.

Todos los ojos estaban pendientes de Mirotic, después de sus dos grandes actuaciones en casa. Era su último encuentro como azulgrana, en una herida abierta en el Palau que no será fácil de curar. Y el montenegrino estuvo a tan buen nivel que fuue elegido el MVP de la final. Pero Jan Vesely se encargó de robarle el protagonismo el último día de forma inesperada. El pívot checo emergió imparable en el último cuarto y fue el factor determinante del Barça que mostró una tremenda pegada y completó una soberbia actuación colectiva.  

En una final caliente, con una parte del madridismo encendido por el arbitraje, el Barça tuvo la virtud de aislarse para no apartarse del guion. El planteamiento de Jasikevicius sorprendió ligeramente a Mateo, aunque fue el equipo blanco el que consiguió marcar el paso en un primer cuarto de máximo equilibrio (21-20, m. 10), aplicándose con mucha agresividad en la pelea por el balón. Hanga fue el que se encargó de marcar la línea para los madridistas con su verticalidad hacia el aro y, sobre todo, con su marcaje sobre Laprovittola, que no fue capaz de generar demasiado juego ni tuvo el acierto esperado.

El Barça, eso sí, encontró equilibrio tanto en las acciones interiores como en el tiro, con mucho protagonismo inicial de Mirotic y generó algunas dudas con una defensa zonal. La entrada en cancha de Da Silva y Nnaji elevó la prestación en el rebote de los azulgranas que durante unos minutos pasaron a marcar el paso de la final (25-31, m. 14 ).

Reacción blanca

Pero esa sensación de superioridad que parecía instalarse en el Wizink, saltó hecha pedazos con las rotaciones de Chus Mateo. La entrada de un inspirado Causeur, un jugador que siempre responde en circunstancias adversas,  dinamizó el ataque blanco. Suyos fueron seis puntos consecutivos para devolver el equilibrio. Y la entrada de Sergio Llull acabó de impulsar al Madrid, que cambió por completo la dinámica de los dos equipos. El Barça entró en una fase de dudas y el equipo de Chus Mateo creció en confianza, hasta el punto de que construyó un parcial favorable de 14-5 en el segundo cuarto que le dio la ventaja al descanso (41-38).

Regresó con fuerza el equipo de Jasikevicius tras el descanso, con un parcial de 0-6, que le devolvió la iniciativa (41-44) y se sostuvo con dos triples consecutivos de Laprovittola y Mirotic, dentro de una línea de mucho acierto en el lanzamiento. Pero el Madrid encontró el antídoto a la inspiración de los azulgranas con un arrollador dominio de la zona, que volvió a engancharlo a la pelea. Mateo decidió involucrar a Tavares y Yabusele  y los dos grandes del Madrid se convirtieron en hegemónicos en la pintura: anotando y rebañando cualquier rebote perdido, sin que la defensa barcelonista consiguiera desconectarlo. Buena parte del mérito fue de Sergio Rodríguez que empezó a generar para sus pívots, incluido Poirier, y eso cerró el cuarto con un ajustado 66-67 tras un triple de Kalinic.

En esa fase decisiva, el Barça confirmó su determinación y su carácter en un último parcial modélico y con un Vesely imparable, que lideró la carga de los azulgranas y sembró la desesperación en los madridistas. El equipo de Chus Mateo fue acelerándose conforme corrían los minutos y el cuadro catalán, crecido en confianza, fue adueñándose de cada acción para sellar una victoria que le permitió celebrar sobre el parquet de Wizink y sumar la segunda Liga de la era Jasikevicius y también para Mirotic, en su último partido si no hay un giro radical.

Real Madrid, 82 - FC Barcelona, 93

Real Madrid: Williams-Goss (4), Hanga (4), Musa (9), Yabusele (10), Tavares (19) –cinco inicial- Rudy (0), Causeur (11), Hezonja (7), Rodríguez (3), Poirier (7) y Llull (8). 

5 de 21 triples (Causeur, 2), 26 rebotes, 8 ofensivos (Tavares, 10),  18 asistencias (Rodríguez, 7).

FC Barcelona: Satoransky (8), Laprovittola (12), Abrines (2), Mirotic (14), Vesely (19) –cinco inicial- Sanli (6), Da Silva (4),Kalinic (10), Jokubaitis (13), Kuric (3) y Nnaji (2).

11 de 22 triples (Mirotic, 3), 27 rebotes, 6 ofensivos (Mirotic, 5), 22 asistencias (Laprovittola, 6).

Parciales: 21-20; 20-18; 25-29; 16-26.