La Final Four de la Euroliga

La semifinal europea Barça-Madrid: Un clásico cargado de tensión

Entrevista con el base del Barça Jokubaitis: "El Madrid será muy difícil"

El gran desafío de Jasikevicius

Chus Mateo hace renacer al Madrid

Azulgranas y madridistas se enfrentan en Kaunas por un puesto en la final en un partido marcado por las bajas blancas

Fase Final de la Euroliga

Fase Final de la Euroliga / Enric Fontcuberta / Efe

Luis Mendiola

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El clásico del baloncesto español marcará el momento más importante del baloncesto europeo esta temporada: la Final Four de la Euroliga. Barça y Madrid se enfrentarán este viernes en Kaunas (Lituania) por un puesto en la final europea (20 horas, DAZN) en un pulso marcado por la presión siempre inherente a los dos clubs, con Olympiacos y Monaco como protagonistas de la otra semifinal. Además de una excepcional conquista, levantar el trofeo de campeón sería una válvula de escape inmejorable para dos clubs españoles instalados siempre en la crítica y necesitados de buenas noticias.

Afronta el Barça en Kaunas, la ciudad natal de su entrenador, Sarunas Jasikevicius, su tercera Final Four consecutiva, en una excelente situación, posiblemente en el mejor momento de juego y también anímico de la temporada. A su lado, tendrá a la mayoría de la afición local, entregada a los azulgranas por su presencia, la de Jokubaitis y dos miembros del staff técnico también lituanos. Pero lo hace con la necesidad de validar, por un lado, el proyecto del preparador azulgrana, que acaba contrato en junio y que se quedó a las puertas en Colonia-2021 y en Belgrado-2022. Y, por otro, con la espada de Damocles de los recortes económicos que vivirán las secciones y que podrían impactar mucho más en las nóminas del baloncesto si no llegan los resultados.

Química y espíritu de equipo

“Para mi lo más importante en estas situaciones es picar a la puerta”, valora Jasikevicius. “Hemos estado estos tres últimos años en el torneo, nos hemos dado oportunidad como equipo para clasificarnos para la final del domingo. Lo más importante es darte una oportunidad, estars juntos y ojalá, por una vez, nos salgan bien las cosas al final”.

El Barça ha conseguido, al final, lo que parecía imposible durante buena parte de la temporada: encajar todas las piezas y que el equipo rinda a un alto nivel en los dos lados de la cancha. “La química ha sido espectacular durante esta temporada. Por eso nos podemos sentir con confianza de tener este grupo y ahora hay que demostrarlo en la pista”, asegura Tomas Satoransky.

Un escenario también cargado de tensión vivirá el Madrid de Chus Mateo, cuestionado desde el principio de temporada, prácticamente sentenciado para algunos en el cargo, con el nombre del seleccionador Sergio Scariolo esgrimiéndose como alternativa, en una primera temporada vivida en una montaña rusa. La clasificación en el ‘playoff’ ante el Partizan le ha dado nueva vida al técnico blanco. De forma colateral, la eliminación del Madrid en la Champions ante el City, añade un plus de presión al baloncesto para restañar la imagen del club.

“El espíritu del equipo es lo que nos ha traído aquí. Lo que nos hizo no venirnos abajo ante el Partizan y reaccionar. Estamos muy orgullosos de los jugadores. Pero esa mentalidad está desde hace mucho tiempo en el club”, afirma Mateo.

El pulso de las pizarras

La batalla táctica estará muy presente en la semifinal. Las ausencias de Yabusele, Deck y Poirier condicionarán el juego del Madrid y dejarán en una posición de ventaja al Barça. Tavares es el factor diferencial en el equipo blanco, pero se encuentra muy solo y Jasikevicius ya ha demostrado esta temporada que sabe cómo desactivarlo. Y sin Yabusele y Deck, la ventaja de Mirotic en el puesto de cuatro es clara. Esa será una de las muchas batallas que se librarán en el Zalgirio Arena, aunque la principal será la mental.

“Habrá momentos de presión, nervios, pero tendremos que intentar estar calmados y tratar de jugarlos como cualquier otro partido, seguir jugando buen baloncesto”, explicó Jasikevicius. “La experiencia de nuestros veteranos (Llull, Rudy, Sergio Rodríguez) nos ha ayudado a llegar a donde extamos y la que nos ayuda a que ganemos”, cuenta Musa, apelando al factor diferencial de los madridistas.

La otra semifinal enfrentará al Olympiacos, el mejor de la fase regular, con la ‘cenicienta’ Monaco, en su primera aparición en una Final Four. El cuadro griego, que cuenta en sus filas con el mejor entrenador del año, Giorgios Bartzokas, y el nuevo MVP de la competición, Sasha Vezenkov, sin embargo, no se fía de los monegascos, que ya ganaron los dos partidos de la temporada, en El Pireo (76-81) y en el Principado (64-60) y cuentan en sus filas con una estrella como Mike James, capaz de determinar un partido, y que avisa: “Cuando llegas a una Final Four ya no se puede hablar de favoritos”.