El nuevo héroe de Málaga

Ibon Navarro, la fórmula del éxito del Unicaja

“No es mérito mío. Es haber encontrado a las personas adecuadas y que todo encaje”, asegura el técnico vitoriano tras conducir a los malagueños al título de Copa

Ibon Navarro

Ibon Navarro / ACB photo

Luis Mendiola

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Málaga vive instalada, desde el domingo, en una nube de felicidad. El triunfo del Unicaja en la Copa del Rey de baloncesto esató la fiesta en la ciudad, que se prolongó hasta las tres de la mañana con miles de aficionados en el aeropuerto para recibir al equipo y este lunes una rúa por las calles de la capital andaluza, unido a la noticia de que el Martin Carpena será la sede copera del 2024.

Detrás de esa ilusionante conquista para el club de Los Guindos, la segunda Copa del club tras la del 2005, aparece la figura del técnico Ibon Navarro (Vitoria, 46 años). "Si alguien es responsable de esto es Ibon, es quien nos ha llevado a ganar", reconoció el base Alberto Díaz, la cara visible del grupo. Todos destacan su capacidad táctica en la pizarra para someter, de forma, consecutiva a Barça, Madrid y Tenerife, ganándole la partida a Sarunas Jasikevicius, Chus Mateo y Txus Vidorreta, respectivamente.  

El técnico vitoriano aterrizó en Málaga este verano casi de rebote, de hecho, después de ser destituido a principios del 2022 del Morabanc Andorra (que acabaría bajando a LEB) mientras el Unicaja buscaba la luz a una larga crisis deportiva eligiéndole como relevo de Fotsis Katsikaris. El encargo era reconstruir prácticamente de cero, con una limpia importante en el vestuario, que dejó solo tres nombres (Alberto Díaz, Jonathan Barreiro y Darío Brizuela) y nueve incorporaciones. Pero nadie esperaba que devolviera al equipo malagueño a la élite de forma tan meteórica.

“No es mérito mío. Es haber encontrado a las personas adecuadas y que todo encaje. Hay mucho trabajo en la selección de jugadores y de personas. Tú no puedes controlar cómo van a encajar las personas, pero han encajado muy bien. Que te salga una buena receta, si eres buen cocinero, puede pasar, pero sin buenos productos no puedes”, aseguró tras el triunfo con modestia Navarro, un licenciado en Química, que antepuso la pasión que le mueve por el baloncesto a su carrera.

Máxima exigencia

No puede decirse, además, que haya tenido un camino fácil. Esta es su novena temporada en la ACB como entrenador, aunque antes se curtió como técnico ayudante de algunos de los grandes nombres que han pasado por Vitoria como Neven Spahija o Dusko Ivanovic (con los que ya levantó las Ligas del 2007-08 y 2009-2010 y una Copa), con Paco Olmos y Velimir Perasovic en Menorca y Valencia y Sergio Scariolo (Baskonia) hasta que le llegó la oportunidad de ser el entrenador jefe en Baskonia (2014-15).

Después pasaría por Manresa, UCAM Murcia, Morabanc Andorra y en todos dejaría destellos de su talento y, aseguran, los que estuvieron a su lado en su etapa en Manresa su proximidad al jugador, su perfil conciliador y motivador, lo que ha permitido construir la química de Unicaja con el que, de lejos, ha logrado su mejor resultado.”Somos una familia. Los quiero mucho”, dice. Pero también transmitiéndole al grupo la solidaridad en el esfuerzo y el carácter que mamó en Vitoria, sin dejar de tocar con los pies en el suelo. “Las cosas hay que contextualizarlas.  Cuando hace poco más de un año recibía mi primera destitución como entrenador era difícil imaginarme que hoy estaría aquí. La vida da muchas vueltas. Y no es un tópico, es la realidad”, sentencia.   

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