El Joventut arrolla al Tenerife y se cita con el Barça en semifinales

El Joventut dio otro paso más, brillante y efectivo, para su vuelta a la élite del baloncesto español y se ganó un puesto en las semifinales de la Liga Endesa donde se encontrará con el FC Barcelona a partir del viernes, en una reedición del derbi catalán. Hacía 15 años que no vivía una situación así. Desde la temporada 2006/07, cuando cayó ante el Real Madrid a cinco partidos. La victoria frente al Lenovo Tenerife en el partido de desempate de cuartos resultó indiscutible de principio a fin. El equipo de Carles Duran borró de la pista a su rival (81-58) y convirtió en una fiesta el partido del Olímpic. Tomic (17 puntos, 11 rebotes) y Parra (14 puntos, 10 rebotes) lideraron la espléndida actuación colectiva de los verdinegros que desborda ambición.

"El paso por el desierto ha sido largo, pero ya estamos en semifinales", se congratuló Carles Duran, técnico verdinegro. "El equipo ha hecho un gran trabajo y ha vuelto a enganchar a la gente con siete canteranos, que es una idea muy romántica y no es fácil, pero es real".

El desempate del Penya-Tenerife podría servir como ejemplo de la tensión que va implícita en los ‘play-offs’. El primer cuarto fue un compendio de todo lo que rodea a un partido vital, a todo o nada. Adrenalina disparada, nervios, precipitación, malos tiros. Consiguió trampear todas esas sensaciones el Joventut, sostenido por el aliento de los 10.000 aficionados que acudieron al Olímpic, entre ellos Ricky Rubio o los jugadores del Barça (Mirotic, Calathes, Higgins, Laprovittola, Hayes), que aprovecharon la oportunidad para hacer el ‘scouting’ de su rival de semifinales en directo.

Sin historia

Joel Parra fue de los que aportó más serenidad de inicio, igual que el dominicano Andres Feliz. Para el Tenerife, en cambio,  los primeros 10 minutos fueron penosos, preludio de la pesadilla que iba a vivir. (13-5)  Solo anotó cinco puntos, con dos canastas de 17 intentos. Y el escenario solo  hizo que empeorar en el segundo periodo, con Tomic y Vives muy efectivos.  Las diferencias crecieron a favor de la Penya con rapidez, mientras el único pensamiento en los jugadores tinerfeños era llegar al descanso sin que la herida sangrara más (38-22).

El Lenovo Tenerife, sin embargo, ya no pudo sacarse de encima la sensación de inferioridad y, en cambio, el Joventut solo hizo que crecer en confianza, jugando con paciencia, dueño y señor del partido, para desatar la euforia en el Olímpic, que pudo disfrutar incluso en los últimos minutos de otra joven perla de la cantera como el alero Zsombor Maronka, 19 años y 2,08, un ejemplo de que los buenos tiempos regresan a Badalona.