Andrés Feliz, el nuevo héroe del Joventut: “El baloncesto ha sido mi vía de escape a la delincuencia”

Esta última semana será difícil de olvidar para Andrés Feliz Sarita (15/07/97 Santo Domingo), un base dominicano cuyo nombre ha corrido de boca en boca por Badalona en las últimas 24 horas. El domingo fue el héroe del Joventut con sus 21 puntos en la victoria frente al Barça en un derbi disputado en el Olímpic frente a más de 12.000 personas, la mejor entrada de la última década. Tres días antes estrenó paternidad. Su esposa Lisa Wygal, a la que conoció en la Universidad de Ilinois, donde brilló con los Fighting Illini y se graduó en Sociología, dio a luz al pequeño Drelén.

 “Me siento genial por la paternidad, porque el niño y la madre se encuentran bien y también por la victoria”, resumió Feliz este lunes en una conversación con El Periódico, “porque ganamos a un gran equipo, a uno de los mejores de Europa, y con el pabellón lleno y era muy importante para nosotros”.

No existían demasiadas referencias de Andrés Feliz, que llegó a España en febrero del 2021 para incorporarse el CB Prat, en la LEB plata, la tercera división del baloncesto. El final de su etapa universitaria coincidió con la pandemia y su búsqueda de un buen contrato se complicó hasta cruzarse en su camino el filial de la Penya, al que ayudó a ascender con promedios de 19 puntos.

Su trayectoria había sido discreta hasta ahora (5,4 puntos y 1,4 asistencias de media). Pero las bajas por lesión de los dos bases que han limitado su presencia, Guillem Vives y Ferran Bassas, le dieron una titularidad frente al Barça que supo aprovechar. “Para mí significa mucho, porque se me brindó una oportunidad y pudo responder con la ayuda de mis compañeros”, remarca Feliz, que disfruta de su primera experiencia profesional, con un contrato hasta junio del 2023, y asegura que sigue aprendiendo. “El salto a a ACB era difícil porque el nivel es muy alto y el rival te castiga cada error que cometes”.

Crecido en las difíciles calles de Guachupita, un barrio marginal de Santo Domingo, con cortes de agua y luz diarios, Andrés Feliz reconoce que el baloncesto le ha permitido escapar de una vida dura. “Era un barrio difícil, muy pobre, donde la droga y la delincuencia están muy cerca. El baloncesto fue para mí una vía de escape a todo eso. Agradezco el coraje y la valentía de mis padres, que  me apartaron de ese camino. Hoy soy la prueba de que aunque seas de un barrio muy pobre, si confías en Dios y te esfuerzas, puedes escapar”, cuenta el base verdinegro, que se reconoce muy creyente.

Elogios de Duran

Su destreza en una cancha de baloncesto, a donde su padre lo llevaba desde bien pequeño, le abrió primero las puertas de las categorías inferiores de la selección dominicana. Y después, en un viaje a un Centrobasket, le dio la oportunidad de ir becado a EEUU para ingresar en la West Oaks Academy en Orlando. “Al principio fue duro, con 16 años, sin saber ni una palabra de inglés, alejado de mi familia. Pero eso me permitió enfocarme y lograr acabar mis estudios universitarios y ser ahora un ejemplo para muchos jóvenes”, remarca el dominicano, que se siente orgulloso de formar parte de un club con tanta historia por el que han pasado jugadores como Ricky Rubio. “Siempre he seguido a Ricky por su forma de controlar el juego, también a Tony Parker y me inspira el liderazgo de Lebron”.

Su actuación hizo también feliz a Carles Duran, el técnico de la Penya. “Andrés es el ejemplo de cuando entras en esta Liga necesitas un tiempo de adaptación para entender el juego y conocer a tus compañeros. Y si Andrés tiene una cosa, es que cree mucho en sí mismo, pero al mismo tiempo es muy humilde”, señala el preparador verdinegro. “Por un lado, no quiere ser un base anotador, pero tiene muchos puntos en las manos y, se trata de un base físico, que puede atacar y defender y que en marzo está siendo nuestro motor”, sentencia Duran.

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